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lunes, 30 de noviembre de 2020

"Pelé" en palabras de Ney Blanco - Cap. XXVI

Ney Blanco de Oliveira en la Corte del Rey.
Capítulo XXVI: Aprender inglés fue más fácil de lo esperado.


HÉCTOR: El mundo futbolístico se cimbró con la noticia de que el Rey regresaba a jugar. Pero lo más impactante fue que lo haría en un fútbol descalificado en el renglón de la alta calidad. ¿Esa fue la interpretación general?
NEY: Sí, esa fue, Héctor. Es importante entender lo que significó para “Pelé” aceptar el compromiso. Imaginamos lo que soportó: la presión del pueblo brasileño por su retorno; el tener que prepararse físicamente para volver a pisar una cancha; aprender el idioma inglés; confirmar, o quizá jugarse el prestigio no sólo como jugador de fútbol, sino también confirmar que podía cumplir a cabalidad con las especificaciones del contrato. Y aún más: dentro de la filosofía del pueblo norteamericano, “Pelé” se enfrentaría a las campañas no muy diplomáticas de quienes defendían otros deportes, los más populares de Estados Unidos: el beisbol y el fútbol americano, aderezados por la influencia de la televisión.

Aprender inglés no fue difícil; aquel muchacho que llegó al Santos sin la primaria terminada, ya había vencido varias etapas. Entendía algo de español, de italiano y de francés, a través de sus viajes.

Un buen maestro resolvió otro de los problemas: el profesor Julio Mazzei, que ahí estaba para prepararlo física y atléticamente.

El contrato con el Cosmos tenía cláusulas que no se encuentran en los compromisos de un jugador normal. “Pelé” no sólo tenía que jugar fútbol sino también dar clínicas a los niños (técnica individual y concepto futbolístico) en los colegios, y conferencias a los jóvenes en las universidades.

Por aquel entonces, la North American Soccer League tenía registrados a tan sólo 12 equipos; el promedio de entradas en los estadios era de apenas 8,000 personas por juego. Esas marcas tendrían que ser superadas por el Rey… Labor fácil, ¿verdad?
HÉCTOR: No lo creo. Un reto así sólo quien tiene excesiva confianza en sus alcances puede aceptar. ¿Cuáles fueron los resultados?

NEY: La meta más importante que se fijó “Pelé” fue la de conquistar uno de los países más poderosos del mundo, jugando un deporte que no era el más popular, y tratando de incrementar la afición por lo que ellos llaman el “soccer”.

Giorgio Chinaglia, Pelé y Franz Beckenbauer. Compañeros en el
New York Cosmos

Pararse delante de los niños en los colegios y hablar de fútbol auxiliado por audiovisuales y con demostraciones de su técnica individual, a pesar de su mal inglés, era fácil. Dar conferencias en universidades, a jóvenes con un nivel intelectual y académico más elevado que él, era un poco más difícil. En cambio, pisar una cancha de fútbol y jugar, eso sí que resultaba fácil para “Pelé”. Más complicado le resultaba la conquista, con su magia futbolística, de los niños, de los universitarios y, lo más importante, de los aficionados que viven en ese admirable país.

Aquella mañana salimos desde Guadalajara hacia Nueva York para asistir al debut de “Pelé” con el Cosmos, por una excelente línea aérea francesa. Íbamos Rafael Albrecht, Vladislao Cap y yo. El licenciado Isidro Urzúa, entonces presidente del Club Jalisco, había invitado a dos buenos amigos para que me acompañaran a la Urbe de Hierro a ver la conquista del Rey, en un país donde no existía un gran arraigo por el fútbol. Cap y Rafael no sólo fueron dos mundialistas argentinos sino también dos grandes jugadores de fútbol. Ya instalados en primera clase del avión, teníamos motivos de conversación, además de champagne francés y pate de foie. Vladislao Cap, con su prosaica polaca, nos hacía pensar y reír a la vez comentando el inminente debut del Rey. Todo transcurrió perfectamente.

Sin nunca haber entrenado con sus compañeros, apenas haciendo el trabajo físico-atlético en el Central Park (sin balón, por cierto), el Rey debutó con el Cosmos en un estadio amateur que está frente al río Hudson, en Manhattan, ante el equipo Star Houston. Estuvo en lo suyo; aunque desencanchado, tuvo destellos de grandeza.

A partir de ahí la comparecencia de los aficionados al fútbol asociación en Estados Unidos llegó a la cifra de 80,000 personas por partido, y el número de equipos se duplicó a 24.

Aparte, sus clínicas con los niños y las conferencias con los adultos de las universidades fueron todo un éxito. Nadie puede dudar de la simpatía del Rey, además de ser un buen ejemplo con la juventud. En otras palabras: misión cumplida.

Cuando se retiró del Cosmos, el fútbol de Norteamérica volvió a perder interés y los clubes han ido desapareciendo paulatinamente de la competencia, así como también se han retirado los aficionados hasta terminar con lo que hoy es el fútbol de Estados Unidos: nada. Ya no existe1.

HÉCTOR: A propósito, Ney. Muchas cosas se dijeron contra la imagen del Rey, pero nadie nos ha dicho ¿por qué hizo campaña a favor de Estados Unidos, para obtener la sede del Mundial 86?

NEY: Tuve que comunicar a “Pelé” la deshonesta campaña de muchos medios informativos mexicanos y más aún, por Televisa, a quien más le interesaba el mundial en tierras aztecas, de la forma incorrecta en que quisieron desprestigiarlo. Que quede claro, Héctor: los predestinados, los nombrados non en una materia, aparte de expresar sus conocimientos en ella, tienen otras obligaciones y en ese renglón, si alguien cumplió con su misión ese fue el Rey “Pelé”. Nadie promovió, nadie divulgó el fútbol en los cinco continentes con verdadero ejemplo, paciencia y sabiduría como Edson, aunque Rafael del Castillo2, actual presidente pagado de la Federación Mexicana de Fútbol diga lo contrario. ¿Qué “Pelé” cobró por ese trabajo? Yo me pregunto: ¿y qué querían, que fuera gratis? ¿Quién lo hubiera hecho gratis? ¿Del Castillo?

Telefónicamente, después de recibir mis informes, adivinando el futuro del fútbol asociación de Norteamérica, me dijo:

- Estoy convencido que si el Mundial de 1986 no se juega en los Estados Unidos, lo poco que queda, terminará. Es posible que todo el trabajo haya sido en vano.

Palabras de sabio: ya no existe el fútbol profesional en la tierra del Tío Sam3.

(Mañana: el Rey no necesita pasaporte para viajar).

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1. La liga estadounidense de aquel entonces se llamaba North American Soccer League (NASL), la cual desapareció años después del retiro definitivo de Pelé.
2. Rafael del Castillo era en aquel entonces presidente de la Federación Mexicana de Futbol. Hombre impuesto por Televisa, fue removido tras la sanción al futbol mexicano, tras haberse descubierto el caso de los cachirules, en 1988. 
3. La actual Major League Soccer (MLS) fue fundada en 1993, previo al Mundial de los Estados Unidos, llevado a cabo en 1994.

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