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martes, 30 de diciembre de 2014

Tauromaquia: El ejemplo francés, por Horacio Reiba

Un ejemplo a seguir de cómo defender la Tauromaquia

En el siguiente artículo, el periodista Horacio Reiba reseña el ejemplo francés sobre cómo se logró blindar la Fiesta Brava en aquel país, a pesar de la protesta violenta del lobby antitaurino. En el resto del mundo taurino también debe funcionar.


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Tauromaquia: El ejemplo francés

Es evidente que la fiesta de toros no vive su momento mejor. Al embate de una crisis económica interminable hay que sumar el de los taurofóbicos de todo signo, que han pasado de la amenaza a la acción con inquietantes resultados, especialmente en América del Sur, donde el nefasto ejemplo de Barcelona se extiende como mancha de aceite.

Y para no ir más lejos, en la capital mexicana, la Asamblea Legislativa barrió ya con los circos con animales y anuncia que va por más, ante la pazguata indiferencia de toreros, taurinos y aficionados, que siguen jugando al toro como si nada pasara. Por otra parte, en España ha sido 2014 el año con menor número de corridas del siglo XXI. Y también, aunque en menor medida, la temporada francesa se encogió.

Sin embargo, Francia es el país mejor pertrechado para resistir el embate taurofóbico. Y lo que han hecho y logrado las ciudades taurinas de este país bien podría servir de faro orientador para conseguir que la superviviencia de la Fiesta en México y los demás países amenazados o asolados ya por esta nueva forma de censura, prohibicionismo incompatible con el respeto a la cultura y la libre elección del ciudadano de las artes y espectáculos de su preferencia.

Vieja aspiración, nuevos aristas

Las prohibiciones contra la tauromaquia son de antigua data en Europa y América. Ya una vez, Felipe II le encomendó a fray Luis de León que expusiera ante el papa Pío V las vastas razones históricas por las cuales no procedía su excomunión a los toreadores españoles del siglo XVI.

Pero lo que hasta hace poco podía considerarse anecdótico – la aversión hacia los toros de determinados personajes y grupos - cobra aspectos de suma gravedad al despuntar este siglo XXI, dada la existencia de un movimiento internacional perfectamente orquestado cuyos primeros frutos, a partir de Barcelona, no pueden ser más inquietantes.

Por el contrario, el esfuerzo común del taurinismo galo y su exitosa culminación debieran servir de ejemplo a las aficiones de países con su cultura y su sensibilidad taurina seriamente cuestionadas.

Rígidas exigencias

El documento presentado ante el Ministerio de Cultura de la V República Francesa fue fruto de cuidadosa elaboración por un Observatorio que aglutinaba a todos los actores nacionales de la fiesta. El argumentario final fue debatido con todo cuidado por diversos comités internamente constituidos (el Comité ético y el Comité Científico a la cabeza), de modo que su texto se ajustase tanto a definir exhaustivamente los valores de la tauromaquia, como a los lineamientos establecidos en las convenciones de la UNESCO de 2003 y 2005 sobre patrimonio cultural inmaterial, que por cierto no dan cabida a unos hipotéticos derechos animales, pero sí incluyen una compleja serie de exigencias.

Los requisitos básicos parten de que sea un bien cultural reconocido como tal en función de los valores que representa; que exista una comunidad activa dedicada a la construcción, práctica, evaluación y continuidad intergeneracional del mismo; que cuente con simbología, lenguaje y objetos y objetivos propios; que quede claramente especificada la noción de sus “buenas prácticas”, en oposición a aquellas que no lo sean; y que se encuadre en alguna de los cinco categorías que la institución multinacional señala (los toros podrían caber por lo menos en dos de ellas: artes del espectáculo y usos sociales, rituales y actos festivos).

Saber unirse

Un elemento esencial fue la participación unificada de absolutamente todos los actores del país galo relacionados con la tauromaquia: desde ganaderos, matadores y subalternos hasta uniones y asociaciones de aficionados, cronistas y académicos. Además, la solicitud fue firmada por los alcaldes de las 57 ciudades taurinas de Francia, procedentes de partidos que abarcan todo el espectro político, desde comunistas hasta ultraconservadores.

Obsérvese en esta unidad en torno a un propósito superior –salvaguardar la cultura taurina del país-- la madurez ciudadana de los franceses, que ojalá pudiera encontrar réplica en los distintos actores y factores de la fiesta brava de nuestra república.

Entre Walt Disney y la corrección política

Cuando se supo que el documento había sido registrado ante el Ministerio de Cultura, el activismo de los grupos antitaurinos franceses aumentó de intensidad y volumen. Muy sólidas tuvieron que ser las razones invocadas en el argumentario del Observatorio y defendidas por sus representantes durante sus comparecencias ante el consejo ministerial nombrado para tratar y discutir el caso, no sólo porque éste estaba integrado por personas ajenas al mundo del toro y desconocedores de dicha tradición, sino por la repercusión en ellos de prejuicios sumamente arraigados en el mundo globalizado.

Un mundo más apegado a las redes sociales que al rigor de la dialéctica, y sometido a la influencia de tendencias tan en boga como la falaz humanización de los animales que tanto debe a las fantasías esparcidas por la casa Disney, más la viciosa adopción de lo políticamente correcto, corriente tan reduccionista como poderosa, que no puede ocultar unos orígenes en el neoconservadurismo anglosajón, y que parece haber incluido como objeto predilecto de sus anatemas precisamente a las corridas de toros.

Reacción de los antis
Al hacerse pública la aprobación de la corrida como patrimonio cultural inmaterial de Francia, los grupos antitaurinos arreciaron sus ataques, tanto contra miembros de los estamentos taurinos del país como contra personal del propio ministerio de cultura1. A injurias de todo tipo, militantes del antitaurinismo añadieron agresiones físicas contra personas y sus bienes. Lógicamente, estas manifestaciones de barbarie terminaron de convencer a la opinión pública de que no son precisamente la conmiseración por el sufrimiento animal ni la defensa de los hipotéticos derechos de las bestias lo que los mueve. Mucho menos una etérea superioridad moral sobre taurinos y taurófilos.

Por el contrario, tales manifestaciones de intolerancia y barbarie simplemente definen el talante oscurantista de quienes desean imponer una censura activa contra las corridas de toros, que a eso se resume el afán abolicionista tan en boga.

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1. Un ejemplo enunciativo, mas no limitativo de la violencia emprendida por los antitaurinos tras su derrota en Francia, fue el intento de incendiar la residencia de André Viard, presidente del Observatorio de las Culturas Taurinas. La nota en http://www.elmundo.es/elmundo/2011/07/26/toros/1311685370.html 


lunes, 29 de diciembre de 2014

Animales: derechos sin obligaciones, por Luis Manuel Arellano

Una aberración ética disfrazada de "justicia".


Resulta que en Argentina, a una orangután hembra, se le han concedido "derechos humanos básicos como un sujeto no humano". ¿Qué implica? A continuación una disertación a la luz de la ética.
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Animales: derechos sin obligaciones


Los derechos humanos no son para los animales, pero todo indica que la expresión aguda de la llamada “ecolatría” sigue cosechando frutos en esta tarea de hacerlo creer, merced a la distorsión semántica en que ha caído la agenda ecologista. La aceptación de una corte argentina respecto a que una hembra de orangután debe ser liberada del cautiverio en un zoológico bajo la premisa de que fue privada de su “libertad”, es tan aberrante como la forma violenta en que miles de animales son tratados bajo cautiverio.
Esta expresión de activismo extremo viene a ser una evolución del rupestre tufo con el cual el mal llamado Partido Verde Ecologista de México ha logrado prohibir animales en circos, bajo la falsa premisa de que se les maltrata.
Con esta medida, hay que subrayarlo, no se extingue ni castiga la vejación de animales sino que acaso se extirpa en una de sus expresiones, cuando lo ideal habría sido impulsar una cultura de respeto y trato digno para los animales pero sobre todo para nuestra propia especie.
Es impresionante observar que frente a tantos seres humanos desprotegidos abundan especies animales que gozan de una sobre protección sobre la cual no hay debate. 
Antes de continuar quiero precisar que condeno la violencia contra cualquier animal; sin embargo me provoca una seria irritación el surgimiento de organizaciones promotoras de los “derechos de los animales” cuando todavía tenemos de manera colectiva una enorme deuda con nuestro propio orden, dado que millones de personas permanecen ajenas al beneficio de derechos universales tan básicos como la alimentación, educación, salud, trabajo y vivienda. Es impresionante observar que frente a tantos seres humanos desprotegidos abundan especies animales que gozan de una sobre protección sobre la cual no hay debate. Un caso extremo lo observamos con los osos panda, en cautiverio pero bien alimentados, protegidos y usados como ornamento para delicia de los públicos exquisitos que buscan congraciarse con las cosas “bonitas” de la naturaleza.
Sandra, así se llama la hembra de orangután, es el primer animal en recibir “derechos humanos básicos como un sujeto no humano”; e independientemente de que la dejen en libertad, preocupa que se destinen recursos en tratar de comprender su caso cuando –insisto-- abundan humanos sin atención gubernamental, privada ni social, al grado que se transforman en parte del paisaje público. Los argumentos de la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales, la AFADA, de Argentina, llegan al extremo de plantear que existen animales “sintientes”(sic) que se encuentran injusta y arbitrariamente privados de su libertad en zoológicos, circos, parques acuáticos y centros de experimentación. No está por demás agregar que la visión de una instancia impartidora de justicia en esa misma nación que acepta el recurso de habeas corpus en beneficio de un animal resulta igualmente irritante.
Hace más de 20 años el filósofo Fernando Savater denunció dicho extremismo: “lo que el ecólatra venera, lo sepa o no, no es el logro de un mejor hábitat para el hombre, sino la pureza antihumana de una naturaleza de la que el hombre está ausente”. Al profundizar en el tema, advirtió que el funcionamiento natural no reconoce derechos y que por ello son las propias especies animales las que han hecho desaparecer más especies vegetales y animales que el mismo hombre.
Yo suscribo aquellas reflexiones y hago mía la sentencia de Savater cuando señala:
“Derecho implica reciprocidad, concesión y deber”.
¿O es que los ultra promotores de humanizar animales harán algo para detener a las variedades depredadoras? Absurdo planteamiento, sin duda, pero equiparable a la ceguera en que estos activistas viven.
Lo cierto, empero, es que al construir “derechos” sin obligaciones para algunas especies animales se edifican también argumentos que mañana serán empleados con fines de exclusión en grupos de poder.
Volviendo al PVEM, es preocupante mirar tanta mezquindad con este tema cuando dicho instituto político, que recibe recursos millonarios del erario, distorsiona sus “logros” legislativos presentando spots manipulados y torpemente editados. Lo peor, sin duda, es que el pensamiento de los activistas defensores de animales tiene al menos un razonamiento miope, mientras que el planteamiento “verde” en México no es ni ecológico ni mucho menos ecólatra, sino expresión de oportunismo barato aunque redituable. Es decir, oscuro pero tan lleno de agujeros que simplemente nos dejan verlo.

REFERENCIAS

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Liga a artículo original:

lunes, 15 de diciembre de 2014

Numeritos finales del futbol mexicano - Apertura 2014

Quién es quién tras el Apertura 2014.



Al término del torneo Apertura 2014: el número 92 de la liga, y trigésimo séptimo torneo corto. A continuación las tablas comparativas durante la última época: la de los torneos cortos.

Liguillas disputadas:

Toluca empata a Cruz Azul en el liderato de mayor número participaciones en liguillas, con 27 de las 37 correspondientes a los torneos cortos. Debemos aclarar que se considera una liguilla disputada a partir de la instancia de 4os. de Final. Las repescas que en algún tiempo se disputaron, no cuentan para las siguientes tablas.



Semifinales:

Toluca, además de ser uno de los cuadros que en más ocasiones acceden a la liguilla, ahora se convierte en líder solitario en cuanto a la participación en instancias semifinales, llegando a la número 18; en esta ocasión fue la tercera consecutiva a la que accedieron los diablos rojos. Santos Laguna, que no accedió a la liguilla en este torneo, queda como sublíder.



Finales:

Si bien no ha llegado a esta instancia en los últimos torneos, Toluca es el equipo que más finales ha disputado durante los torneos cortos, con diez apariciones; Santos Laguna y Pachuca se mantienen en el subliderato de este departamento, con ocho. 



Campeonatos:

La escuadra que más títulos ha obtenido en torneos cortos sigue siendo Toluca, con siete títulos; seguida de Pachuca, con cinco. América alcanza a Santos Laguna y U.N.A.M. con cuatro campeonatos durante la época de torneos cortos.



 Liguillas consecutivas:

Cruz Azul sigue siendo el equipo que ha logrado más apariciones consecutivas en liguillas durante los torneos cortos, con once apariciones en fila (del Apertura 2003 al Apertura 2008); seguido de Toluca y Atlas, con siete apariciones en fila.



Semifinales consecutivas:

Pachuca, América, Guadalajara y Atlas siguen siendo las cuatro instituciones que han logrado llegar a esta instancia en mayor número de ocasiones consecutivas, con cuatro cada uno.



Finales consecutivas:

Siguen siendo varios los equipos que han logrado llegar hasta la final en dos ocasiones consecutivas: Toluca, Santos Laguna (en dos ocasiones), Pachuca, América, Cruz Azul, U.N.A.M., Morelia, Necaxa y León, son quienes han logrado hacerlo.


Campeonatos consecutivos:

Siguen siendo solamente dos los equipos que han logrado coronarse en dos torneos consecutivos: la U.N.A.M. León.



Acumulados.

A continuación, las tablas de puntos acumulados durante temporadas regulares de torneos cortos. Toluca sigue siendo el que más puntos acumula a la fecha. Cruz Azul, América y Santos Laguna le siguen.



Repesca y liguillas.

En esta instancia, Toluca sigue siendo el equipo con más partidos de postemporada (repesca y liguilla) disputados, y el que mayor cantidad de puntos cosecha en esta instancia, seguido de Santos Laguna en ambos aspectos.



Totales:

Toluca sigue siendo, por mucho, el cuadro que mejores números presenta durante la época de torneos cortos, con 85 puntos de ventaja (el equivalente a los obtenidos en dos torneos cortos o más) sobre su más cercano perseguidor: Cruz Azul.



Conclusiones:

Si bien, históricamente América es el equipo con más campeonatos obtenidos en la liga, al haber obtenido el título en esta ocasión; durante la época reciente - de 18 años a la fecha - Toluca es quien sigue a la cabeza en casi todos los rubros presentados en las tablas arriba presentadas. Es también el equipo más goleador en la época de torneos cortos, con 1,262 anotaciones; 35 más que su más cercano perseguidor: Santos Laguna (1,227).

Si bien, Toluca no es el máximo ganador de torneos de liga, mantiene el mismo promedio de torneos por cada campeonato conseguido, como se ve en la siguiente tabla (números de la última columna redondeados, aunque ordenados de menor a mayor tomando en cuenta decimales).


Los números son fríos, aunque hay muchas más conclusiones por obtener.

lunes, 8 de diciembre de 2014

La fortuna, por Conchita Cintrón

Conchita Cintrón y los sentimientos que despierta el toreo.

A continuación una historia contada por la torera y rejoneadora peruana Conchita Cintrón (1922-2009). Para quienes aún dudan de los valores, sentimientos y emociones que despierta el toreo.
Conchita Cintrón

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La fortuna
Por Conchita Cintrón

Aquella tarde toreaba en Fortín de las Flores y mi maestro por la mañana se había mostrado aún más exigente de lo que solía ser. “Es que tu – me amonestó – recibes al toro por verónicas, rematas con una media, y te vas. ¿Por qué no simulas un quite?... ¿Será que no sabes hacer otra cosa?” “Nada de eso – le contesté – tú sabes que no me gustan actuaciones largas… si toreo con el capote, luego tengo que ir por el caballo y rejonear, aún hacerle faena al toro con la muleta, antes de estoquearlo… ¿a qué vienen los adornos con el capote?” “¡Nada! – contestó desagradado Ruy de Cámara – …lo que pasa es que ya no eres capaz, se te ha olvidado, de hacer cosas bonitas con el percal…”

Como sería de suponer, cuando sonaron los clarines en Fortín, después de torear a la verónica, me eché el capote a la espalda e hice un quite por gaoneras, que, con todo el amor propio acumulado desde por la mañana, no dudo fueron los mejores que ejecuté en mi vida. Cuando las rematé, con una revolera, busqué la mirada de mi maestro, Ruy, que estaba en el callejón; como única respuesta se quitó la gorra y me la arrojó a los pies, honor que de él nunca había merecido, ni volví a conocer. Jamás comentamos, verbalmente, durante los años que nos quedaron por delante, lo acontecido, de allí, quizá, que permanezca en mi memoria como una flor dentro de una bola de cristal. Fue un incidente que nació de la explosiva agitación de un diálogo, para terminar en la perfección de un cristalino silencio.

Saliendo de la plaza, me detuvo una ancianita pobre, vestida de harapos. “¡Ay qué felicidad!”, exclamó… “cuánta cosa linda sentí al verla torear” y con sus palabras se fueron abriendo, en una sonrisa hermosa, sus arrugados labios de abuelita. Notando su aspecto humilde, no pude esconder mi curiosidad y le pregunté cómo había entrado a la plaza. “El matarife es sobrino mío – explicó – y me dejó pasar con él”. “Quiero pedirle algo – añadió la viejecita, y desatando un paliacate que traía en su bolsa, sacó de él un tostón. “Por favor, acepte esto… es muy poquito… pero es todo lo que tengo… y yo quiero regalarle algo para agradecerle lo de esta tarde”. Y al ver que me extendía la mano, para regalarme su moneda, no pude negar lo que me pedían aquellos ojos de azabache. Y aquí tenéis la forma bizarra en que en una tarde de toros recibí una fortuna de quien merecía una limosna.

Guadalajara, 1976

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Aparecido en "El Siglo de Torreón" el domingo 12 de diciembre 1976.

ELLA - Pourpura. El ignorante centralismo, o la centralista ignorancia

ELLA: POURPURA

(Publicado en El Siglo de Torreón. 8 de diciembre 2014; Página 3 Sección E)

EL IGNORANTE CENTRALISMO, O LA CENTRALISTA IGNORANCIA

Fuera de la Comarca Lagunera, especialmente en las ciudades de Saltillo y Durango, ven con una mezcla de curiosidad, escepticismo y desprecio el hecho de que los laguneros no nos sintamos coahuilenses ni duranguenses; dichos sentimientos se ven magnificados cuando les confirmamos que no lo somos más que en papel. Para ellos, la división que observan entre Coahuila y Durango plasmada en mapas, significa algo así como una franja fronteriza entre nuestro país y los EU, en la que de cada lado de dicha franja la gente tiene además de diferente diseño de placas automovilísticas, diferente cultura y hasta idioma. Nos acusan de no integrarnos con el resto de sus respectivas entidades federativas, así como de separatistas.
Para sacarlos de su ignorancia, les explico mi caso particular: nací y siempre he vivido en Torreón, pero tengo diecinueve años yendo diariamente a trabajar a Gómez Palacio; a mi lado, un compañero de Lerdo, vive desde hace más de diez años en Gómez y diariamente lleva a sus hijos a la escuela a Lerdo; otro nació en Gómez y hace poco se mudó a vivir a Torreón; otro más nació en Torreón, se casó con una dama de Gómez, allí vivió buen tiempo y ahora tienen su residencia en Lerdo. También tengo parientes que viven en Torreón, aunque sus esposas son originarias de Gómez, sus hijos visitan a una de sus abuelas en Torreón y de ahí se desplazan a Gómez a visitar a sus otros parientes.
Cuando estudié la preparatoria en la ciudad de Torreón, mi amigo de la infancia, que vivía en la casa de junto, estudiaba en un colegio de Gómez; el portero del equipo de mi escuela vivía en Gómez, a su vez, un compañero de equipo de mi vecino, era vecino del portero de mi equipo. En una ocasión nos enfrentamos y el encuentro fue intenso: no éramos los de Torreón vs los de Gómez, ni mi barrio contra el de ellos, era un encuentro entre escuelas; al terminar el partido, las amistades siguieron. Por la noche, asistimos a la discoteque que frecuentábamos en aquellos años; mi rival de la mañana sacó su vehículo, pero me pidió que lo condujera, ya que una entrada que le había hecho horas atrás le provocó inflamación en uno de sus tobillos; estando dentro, los compañeros de Gómez, que también fueron rivales por la mañana, llegaron juntos; departimos, reímos, nos divertimos como lo que somos: vecinos de la misma ciudad, aunque de un lado del Río Nazas tenga un nombre y del otro lado, otro diferente. De esta manera, laguneros procedentes de las tres ciudades -e incluso de otras de la misma región- coincidimos ya sea en el futbol, beisbol, cine, teatro, lucha libre, corridas de toros, conciertos, etc., sin importar la ciudad en la que se celebren.
Dado lo anterior, se comprueba que es mayor la identidad que tenemos -como es lógico- con quienes compartimos la zona conurbada, que con ciudades que se encuentran a cientos de kilómetros de distancia. Por lo tanto, el movimiento con el que lograremos la creación del Estado de La Laguna es cien por ciento integrador. Separatista fue, por ese ignorante centralismo, Carlos III, quien desde el otro lado del planeta decretó la situación que hasta ahora padecemos.

martes, 2 de diciembre de 2014

En defensa de Chespirito, por Daniel Espartaco Sánchez

Análisis del fenómeno "Chespirito" y las reacciones de la sociedad ante su fallecimiento (Parte III)

Tras el fallecimiento de Roberto Gómez Bolaños "Chespirito" el pasado viernes 28 de noviembre, la sociedad ha tenido reacciones de muy diversa índole: desde quienes lo lloran hasta quienes se han alegrado con su fallecimiento.

Por lo anterior, estaré publicando algunos análisis que recojo de la prensa. Ahora un escrito del escritor Daniel Espartaco Sánchez, escrito en el blog de la revista "Letras Libres", el pasado lunes 1 de diciembre:

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En defensa de Chespirito



Es muy difícil explicarles a los amigos argentinos o colombianos que en México Roberto Gómez Bolaños Chespirito es visto con mucho desprecio por la clase progresista mexicana. Se le acusa de un montón de crímenes graves: de ser de derecha, de misógino, de estar en contra del aborto, de tener al pueblo mexicano sumido en la ignorancia al ser cómplice de un sistema (Televisa-el Estado) que ha manipulado las mentes de varias generaciones de mexicanos, incapaces de pensar por su propia cuenta, etcétera.  Cualquiera que haya viajado por América del Sur habrá notado que cuando uno se presenta como mexicano lo que viene a continuación por parte de nuestro interlocutor es una mención al Chavo del Ocho. Pero no sólo es una mención, la cara de nuestro interlocutor se ilumina, sonríe, vuelve a ser niño. Y hablo de personas inteligentes que momentos antes discutían acalorados las políticas de Cristina Kirchner o algún pasaje de la historia argentina. No estoy hablando de esa gente ignorante del pueblo que según los progresistas mexicanos no saben lo que les convine tan sólo porque estuvieron expuestos al Chavo del Ocho cuando eran niños. La discusión va más o menos así: se pasa revista a los personajes de la vecindad, se recuerdan algunas frases memorables, el capítulo donde el Chavo se encuentra unos dólares del señor Barriga y los confunde con billetes de juguete, etcétera.
Pero al hablar de Chespirito hay que hacer algunas aclaraciones generacionales. Los programas que trasmitieron en Argentina eran aquellos filmados en los años setenta, cuando en el elenco aún estaban Ramón Valdés, como Don Ramón, y Carlos Villagrán, como Kiko; aquellos programas que podríamos considerar como la época de oro de Chespirito. Los argentinos de mi generación no vieron los mismos programas que vimos en México en la década de 1980, donde la vecindad del Chavo siguió existiendo con personajes que intentaron suplir pobremente a Kiko y Don Ramón, como Jaimito el cartero. Recuerdo que cuando yo era niño, un vecino más grande que yo me dijo:
—El Chavo del Ocho no es lo mismo sin Don Ramón.
El programa de Gómez Bolaños siguió existiendo por casi dos décadas en las que asistimos a una lenta, pero muy lenta decadencia. Mis padres no me permitían verlo, y yo tampoco quería porque me aburrían las aventuras de los regenerados caquitos, el Chómpiras y el Botija, cuando trabajaban en un hotel o en una funeraria. Creo que en gran medida Gómez Bolaños fue todo un suceso en Argentina y Colombia porque los televidentes de estos países no presenciaron la decadencia del programa. Para ellos El Chavo del Ocho se quedó encapsulado en una época, y veían una y otra vez los mismos capítulos al grado de que —no deja de sorprender— se los saben de memoria.
Yo sí disfruto mirar los episodios del Chavo con Valdés y Villagrán. Si los progres los miraran sin prejuicios se darían cuenta de que incluso hasta tienen contenido social. Ahí se retrata a la típica clase media jodida mexicana (Doña Florinda y Kiko) que a pesar de vivir en una vecindad se dan aires de aristocracia. ¿Quién no ha tenido vecinos así? Si se dieran el tiempo de mirar estos episodios se darían cuenta además de que Don Ramón es un personaje sumamente complejo. En mi opinión no se ha escrito jamás de un tipo tan universal de mexicano: es un gandul, pero también posee una moralidad y una dignidad a prueba de balas, es violento, pero también compasivo, nada le sale bien, nunca tiene para pagar la renta, es cobarde, es valiente, es sumiso con Doña Florinda, intenta tomar ventaja de la Bruja del 71, pero los escrúpulos (tal vez un instinto de supervivencia) se lo impiden; Don Ramón tienepathos.
A lo mejor el programa sí está lleno de todas esas cosas malas que dicen. El tipo de comedia tampoco es complicada, pero es preferible a las porquerías que vemos ahora —La hora pico, Los Peluches, etcétera—; se basa en la repetición de los mismos chistes y situaciones una y otra vez; en las mismas frases: “es que no me tienen paciencia”, “cállate que me desesperas”. En algún momento el Chavo “sin querer queriendo” golpeará al señor Barriga  —un personaje melancólico y bienintencionado cuyo mayor defecto es poseer la propiedad—; Don Ramón le dará un pellizco a Kiko —violencia a los niños, dirán los progres— y Doña Florinda saldrá en su defensa: slapstick puro, nada más. Todas las situaciones vendrán con algunas variantes a partir de un objeto nuevo en el escenario: una pelota, unos billetes falsos, un fajo de periódicos, etcétera. La comedia de Chespirito nunca quiso ser como la de Shakespeare: era la televisión mexicana en los años setenta. Se trata de un producto sencillo, bien hecho, en donde lo previsible se vuelve parte de un rito y el televidente es parte de él porque conoce bien las reglas. Como sucede con la Commedia dell´Arte los personajes están tan bien definidos que las situaciones se escriben solas. Y guste o no, las frases de Chespirito ya están más que arraigadas en diferentes culturas latinoamericanas. Hay una frase de Chespirito para cualquier ocasión. Pero a lo mejor me equivoco; a lo mejor Chespirito era peor que el diablo, según todas esas personas inteligentes en las redes sociales que se alegraron de su muerte. Espero también que mis amigos progresistas me perdonen por haber escrito esta entrada. Se me chispotió, fue sin querer queriendo. Porque yo como digo una cosa digo la otra, ¿tengo o no tengo razón? 
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Liga al artículo original:
http://www.letraslibres.com/blogs/cuaderno-underdog/en-defensa-de-chespirito

Chespirito y el odio, por Álvaro Cueva

Análisis del fenómeno "Chespirito" y las reacciones de la sociedad ante su fallecimiento (Parte II)


Tras el fallecimiento de Roberto Gómez Bolaños "Chespirito" el pasado viernes 28 de noviembre, la sociedad ha tenido reacciones de muy diversa índole: desde quienes lo lloran hasta quienes se han alegrado con su fallecimiento.

Por lo anterior, estaré publicando algunos análisis que recojo de la prensa. Ahora un escrito del periodista Álvaro Cueva, escrito en el diario "Milenio" el pasado domingo 30 de noviembre.

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Chespirito y el odio


Álvaro Cueva

Lo que más me duele de la muerte de Chespirito son todos los comentarios de odio a los que me estoy enfrentando en las redes sociales.
Ataques de gente que lo acusa de ser el responsable de la estupidez de los mexicanos, de promover el bullying, la violencia y la discriminación.
Y esto es nada. ¿Me creería si le dijera que hay personas que están sacando a colación la postura de don Roberto Gómez Bolaños hacia el PAN y hacia situaciones como el aborto para desprestigiarlo?
No, ¿y qué me dice de los especialistas que están aprovechando esto para tratar de perjudicar a Florinda Meza y para lucirse hablando de los supuestos conflictos que hubo entre los actores que tuvieron la oportunidad de trabajar con él?
Las críticas más patéticas son las que están saliendo de los que se sienten cultos, de los que no son capaces de leer un texto completo sin vaciar sus tripas en Twitter, pero que por haber paseado sus ojos por las lecturas de la escuela se sienten intelectuales.
Ya, el colmo, hay personas que están ofendiendo la memoria de Chespirito por promover la música clásica en sus programas.
¿Qué clase de personas somos? ¿En qué clase de país vivimos?
Para todo hay un momento y éste no es ni el de evaluar el nivel académico de la nación ni el de inventar chistes que involucren a este gran genio con nuestros políticos ni el de destacar lo malo.
La muerte de Chespirito tiene que ser un punto de unión para los mexicanos.
A lo mejor a usted le gustaban sus programas. A lo mejor, no. Probablemente ni siquiera los vio cuando se estrenaron. ¿Pero qué tiene que ver una cosa con la otra?
A mí se me cae la cara de vergüenza porque mientras en otras partes del mundo los gobiernos están pidiendo un minuto de silencio para honrar a Chespirito, aquí le tiramos mierda al único hombre que ha sido capaz de hacer crítica social a través de la comedia en la más cerrada de nuestra industrias culturales.
A ver, ¿cuántos otros talentos mexicanos han conseguido la mitad de las cosas que Chespirito consiguió en vida?
¿Qué otros creadores de contenidos fueron capaces, en su momento, de ponérsele al tú por tú a Emilio Azcárraga Milmo y de grabar bajo sus propias condiciones?
¿Qué otros comediantes han construido universos tan complejos sobreviviendo a la censura como él?
Dígame, ¿quién más ha tenido el valor de convertir en comedia nuestras más dolorosas carencias como el autor de El Chavo y El Chapulín Colorado? ¡¿Quién?!
Roberto Gómez Bolaños era nuestro Moliére y es lamentable que mientras que en otros países hay libros que analizan su obra y universidades donde se estudian sus programas, aquí le tengamos miedo.
Porque, no nos hagamos tontos, Chespirito nos da miedo, nos da miedo porque nos dice cosas de nosotros que no nos gustan, que no queremos ver, que quisiéramos que no fueran ciertas.
Como nuestro profundo clasismo, como nuestra indiferencia hacia la miseria que nos rodea, como el abandono en que tenemos a nuestros niños, como el odio con el que tratamos al diferente, como el universo de máscaras y apariencias en el que nos movemos.
Y nos las dice con una escandalosa claridad, y nos las dice haciendo que nos riamos.
Toda esta campaña de odio que veo en tantos lados, especialmente en las redes sociales, me confirma que Roberto Gómez Bolaños era verdaderamente grande.
Porque solo los grandes consiguen afectar a tantas personas. Y si no me cree, échese un clavado por la historia y vea cómo muchos de los más importantes artistas de todos los tiempos han sido personas tan atacadas como él.
Para entender a Chespirito hay que conocer su vida y su obra, hay que entender el contexto histórico, creativo, tecnológico y social en el que se movió.
Don Roberto batalló mucho, recibió castigos por parte de Televisa, pero nunca se rindió.
Y, lo más hermoso, jamás dejó ni de crear ni de atender a su público en toda América Latina y en una época donde ni siquiera existían las palabras globalización e internet.
Qué dolor, de veras, ver todo este odio, toda esta confusión, todo este caos.
Definitivamente nos merecemos el país que tenemos y por eso hoy no hay alguien ni ligeramente parecido a don Roberto en la industria de la televisión mexicana. Es más, ni comedia tenemos.
Gocen, intelectuales. Eso es lo que querían, ¿no?

¡atrévase a opinar!