Semana de desgracias.
1. El domingo 18 de mayo, el matador de toros Sebastián
Castella ha sufrido una
aparatosa cogida en la plaza de toros de Osuna – localidad cercana
a Sevilla –, sufriendo fractura
en la mandíbula derecha así
como una cornada de seis
centímetros en la axila derecha. La
cornada se produce durante la lidia del quinto de la tarde, un toro de
Buenavista, que le tiró un derrote que le alcanzó la cara, tirándolo y haciendo
por él, zarandeándolo y propinándole la lesión que ya fue comentada.
2. También el domingo, Eduardo
del Villar, cabo de los Forcados Hidalguenses, falleció en Seybaplaya, Campeche,
luego de ser mortalmente herido por un toro de Rancho Seco que correspondía al
rejoneador Emiliano Gamero, el otro alternante era Federico Pizarro. Eduardo, que tenía 26
años de edad, era cabo de cara y el percance su suscitó durante el segundo
intento de la pega, misma que se logró cuajar. En torno a lo que se da a
conocer, Del Villar acompañaba en esta corrida a los Forcados de Puebla. Tras la cornada, que seccionó
la arteria iliaca, fue trasladado en ambulancia – que sólo contaba con chofer –
al Hospital General de Especialidades de la ciudad de Campeche, a donde
llegó sin signos vitales. Fallas y omisiones por parte de los organizadores y
de Protección Civil ocasionan este sensible deceso.
3. El lunes falleció el novillero
Luis Miguel Farfán, a consecuencia de una grave lesión abdominal que sufrió
tras ser herido por el asta de un toro. Murió por perforación de vísceras
durante una fiesta que se celebraba en el municipio de Maní, Yucatán.
4. El pasado martes partieron
plaza en Las Ventas los matadores David Mora, Antonio Nazaré y Saúl Jiménez
Fortes para despachar toros de las ganaderías de El Ventorrillo y Los Chospes.
La tarde inicia con un David Mora, quien llega a reafirmar su triunfo días
atrás en la feria de Sevilla y decide recibir en los medios al que abre plaza,
con tan mala suerte que es prendido de la parte interna del muslo, para ser
trasladado de inmediato a la enfermería y ser intervenido. El festejo se vuelve
un mano a mano. Antonio Nazaré se encarga de tramitar la faena a este primero
de la tarde. Sale a la arena el segundo de la tarde
y en el primer quite por verónicas de Jiménez Fortes, el morlaco voltea al
matador sin daño aparente. Tras ir al caballo, Nazaré realiza el quite por
chicuelinas; pero tras el remate, el astado lo prende de la pierna izquierda,
causándole traumatismo en la rodilla con probable lesión de ligamentos; ya no
se le permite volver al ruedo. Un solitario matador Jiménez Fortes, quien tras
una accidentada faena de muleta ante un toro que desarrolla sentido. Tras
lanzarse a matar, el toro lo engancha por el pecho y lo zarandea con violencia.
Tras doblar el bravo, el matador sale por su propio pie a la enfermería con la
taleguilla destrozada. Tres cornadas traía: no se le permite volver al ruedo y
de esta manera, la corrida queda suspendida.
Tras estos incidentes, llama
la atención el morbo con el que los antitaurinos se burlan de estos incidentes.
Disentir e incluso estar en contra de la Fiesta Brava aunque es rebatible, es
respetable. Pero el hecho de desear el mal e incluso la muerte a un semejante,
es éticamente inaceptable. Los antitaurinos, que nos llaman “salvajes” y
“subhumanos” se regodean con la desgracia de los matadores publicando linduras
como las siguientes:
Tras lo anterior cabe la pregunta. ¿Quiénes son los
salvajes? ¿A qué especie pertenecen?
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