Guía práctica de comportamiento en un estadio.
Santos Laguna llega una vez más a
semifinales y muchos que durante la semana antepasada renegaron del equipo, una
vez más se encuentran ávidos de obtener un boleto para presenciar el partido en
cuestión.
En anteriores ocasiones
platicamos en este espacio acerca de las personas que sólo van a los estadios
(el Corona en particular) a socializar, así como de quienes creen ser expertos
en todo deporte sólo por hablar del evento de moda. A ellos se les llama “villamelones”
y/o “esnobs”. Muchas personas pueden ser encasilladas con ambos motes. Pero
¿Qué significan los términos en cuestión? Y ¿Cómo evitar ser calificado en
alguna de estas dos categorías?
Comenzaremos definiendo términos.
Primeramente hablaremos del aficionado. El aficionado a un deporte o actividad
en general es aquel que reúne dos requisitos: pasión y cierto grado de
conocimiento de la actividad en cuestión. De esta manera se considera
incorrecto decir “asistieron al estadio veinte mil aficionados”, ya que el
total de los asistentes son “espectadores”. Entre todos ellos habrá
aficionados, simples espectadores, villamelones y esnobs.
Continuando con las definiciones,
el término “villamelón” proviene de las plazas de toros españolas. En la Madre
Patria solía decírsele “melón” a alguien tonto o lento de entendimiento. Así, a
quien asistía a los festejos taurinos y, con sus gritos, maneras de comportarse
o afirmaciones acerca de la lidia demostraba su ignorancia en la materia, se le
calificaba como “melón”. Cuando los ignorantes en cuestión eran numerosos, los
aficionados comentaban: “vino a la plaza toda la Villa Melón” (equivalente a
decir ahora: “aquí anda todo pendejolandia”), posteriormente el término
evolucionó para calificar a la masa ignorante como los “villamelones”.
Finalmente los “esnobs” son aquellos que buscan imitar la manera de actuar, de
hablar o de vestir de los “famosos” o poderosos.
Una vez definidos las categorías
en las que se clasifican a los espectadores que asisten a un evento deportivo
en general, y en particular en el estadio Corona, buscaré ennumerar qué hacer y
qué evitar hacer para evitar ser clasificado como “villamelón” o “esnob”.
Si Usted no es conocedor de
futbol y es invitado a asistir al estadio a un partido, ¿se convierte
automáticamente en villamelón o esnob? La respuesta es NO: al llegar al estadio,
Usted será un simple espectador. Al no ser conocedor, no podrá ser clasificado
como aficionado; pero si su asistencia al estadio es para conocer el inmueble,
para sentir el ambiente o simplemente buscando pasar un momento agradable en
compañía de quienes lo invitaron, no hay problema: sólo evite comportamientos y
actitudes que más adelante se mencionarán como de villamelón. Si asiste
solamente “porque son las finales” y “hay que ir porque es lo de moda” o porque
“ahí va a andar todo mundo”, siento decirle que es Usted un “esnob” (y también
podría ser un villamelón). Pero no se preocupe: el esnobismo se puede ocultar;
lo villamelón, no. Y, ¡cuidado! Un esnob es alguien que se encuentra a un paso
de convertirse en villamelón.
Recuerde siempre que un villamelón
es alguien que presume ser experto, pero su actitud y comportamiento delatarán
lo contrario. Así que si Usted piensa asistir al estadio, nada le cuesta cultivarse
un poco acerca de quienes protagonizarán el encuentro: acceda al sitio web del
club, consulte las notas previas al partido que se publican en sitios
especializados, o simplemente lea la sección deportiva del periódico del día en
la que se mencionan probables alineaciones, formación de los equipos, su
posición en la tabla, qué resultados le favorecen a cada escuadra, etc. Dicha
investigación previa no lo convertirá automáticamente en aficionado, pero
cuando menos llegará con algo de conocimiento y, si le toca un villamelón en la
butaca de al lado, será mucho más difícil que éste lo apantalle.
El día del partido trasládese al
estadio con tiempo. Procure llegar al estadio con una anticipación de cuando
menos una hora para que tenga tiempo de estacionar su vehículo, ubicar el acceso
a la localidad que ocupará, llegar a él y formarse en la fila correspondiente
para ingresar. La puntualidad es una virtud muy importante en todos los
aspectos de la vida. Es sumamente molesto que una vez iniciado el partido, los
impuntuales obstruyan la visibilidad a quienes sí llegan con tiempo al
inmueble. Además, es muy bonito observar el ambiente previo al inicio de un
partido. Además, si se paga un boleto, cuesta lo mismo ver el partido completo
junto con el espectáculo previo y posterior que ver solamente una parte. Una gran
cantidad de personas suelen estar arribando al estadio a la hora del inicio del
encuentro, ingresan a la tribuna al minuto 10 y, como por llegar tarde dejaron
su vehículo en doble o triple fila, abandonan el estadio faltando diez minutos
para el final del cotejo. Algo sin sentido. Quienes incurren en dichas
prácticas no pueden por ningún motivo ser considerados como aficionados.
Una vez que ingrese a las
tribunas ubique su lugar, así como las salidas, baños, vendedores de cerveza,
semillas, botana, etc.; es importante tomar en cuenta que en un estadio, cine,
teatro, plaza de toros, templo, etc., es un lugar en el que se observan ciertas
normas de comportamiento; gritos, abucheos y hasta mentadas de madre son
inherentes a una tribuna futbolera, así que si no le agradan, mejor quédese en
casita y disfrute el partido por televisión. Hay que aclarar también que una
cosa es proferir mentadas con cierta dosis de picardía o hasta para liberar
cierto enojo, y otra muy diferente es caer en la vulgaridad exagerada y en la
falta de respeto hacia los presentes, así que si piensa ir a la tribuna a sacar
lo más sucio y vulgar de su ser, busque mejor otro foro para hacerlo.
Existen otras cuestiones que es
importante observar: durante el desarrollo de un partido es normal que se
profieran gritos o frases para mofarse de algún jugador del equipo contrario,
pero sin caer en excesos: el sonido local le advertirá acerca de las
expresiones y conductas que se prohíben al interior del estadio. Puede
participar de los gritos colectivos siempre y cuando sepa qué es lo que se está
gritando y por qué. Si todos a su alrededor incurren en gritos racistas, Usted
no tiene por qué hacerlo. Si algunos a su alrededor abuchean o aplauden a
cierto jugador o entrenador y Usted no sabe por qué lo hacen, demuestre
categoría y evite ser seguidor de quienes lo hacen: posiblemente sean villamelones
con iniciativa, si Usted les hace segunda significará que es aun más
villamelón.
También evite aparentar mayor
conocimiento del que realmente tiene. Si asiste acompañando a alguien que
realmente sabe, pregúntele. Si la tribuna canta algo que Usted no entiende,
pregunte el significado del cántico. Si requiere ir a comprar comida o al baño,
procure hacerlo cuando la pelota no se encuentre en juego (en lo que se cobrará
un tiro de castigo o saque de meta, se atiende a algún jugador dentro de la
cancha o se realiza un cambio), así evita obstruir la visibilidad de quienes sí
están concentrados en las acciones del partido.
Es normal que se emocione con las
acciones del encuentro y que de lo más profundo de su ser salga un grito de
desaprobación, de enojo ante una marcación arbitral o de alegría ante la
marcación de un gol. Aunque sea su primera vez en el estadio, exprese su
emoción – atendiendo a las recomendaciones anotadas en los párrafos anteriores –
: si algún jugador realiza alguna acción que le provoque admiración, apláudala.
El fútbol emociona y apasiona. Si en su caso así sucede, muchas felicidades:
está Usted en camino a convertirse en aficionado, ya sintió la pasión de la
tribuna. Ahora dedíquese a incrementar sus conocimientos sobre el futbol:
reglas, jugadores, etc.
Después de salir del estadio,
cuente a sus familiares y amigos sobre la experiencia que vivió: qué le gustó y
qué le desagradó. Si se quedó con alguna duda, busque a alguien que sepa de
futbol y pregúntele. Lea las reseñas del partido en medios especializados – le
recomiendo consultar cuando menos cinco – y obtenga sus conclusiones.
Cuanto más apasionada y
conocedora sea la gente que asista a un estadio, tendremos una mejor afición: apoyadora
en todo momento pero exigente cuando se requiera… y exigiendo con bases.
Espero sus comentarios.
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