Exultante se encuentra la prensa
capitalina, esa que se hace llamar “prensa nacional”, ahora que tienen su “final
soñada” – soñada por esta prensa miope y burriciega – entre dos equipos a los
que ellos llaman “grandes”. Los tres conceptos anteriormente entrecomillados
son tres mitos concatenados que es conveniente aclarar y además, desenmascarar.
Primero que nada tenemos el
término “prensa nacional”. La prensa que tiene como sede el Distrito Federal:
capital y centro neurálgico de nuestro querido México parece pensar que si algo
no sucede dentro de dicha ciudad, simplemente no sucede. El dicho aquel que versa
que “fuera del De Efe, todo es Cuautitlán” describe la manera en la que los
habitantes de aquella ciudad – incluyendo a algunos procedentes de provincia
que muy pronto olvidan sus orígenes, y con sus honrosas excepciones – ven al
resto del país, con una ignorancia brutal. A propósito puedo contar una
anécdota: una amiga de aquella ciudad me dice que me va a presentar a una amiga
suya, a la que quizá yo conozca, ya que como yo, es del Norte. Le pregunto: “¿de
dónde es ella?” y me responde: “de Hermosillo”. Le aclaro: “Me quedas más cerca
tú, en la ciudad de México que ella en Hermosillo”. Observan el mapa y piensan
que el resto de las ciudades del país somos como ahí se muestra: puntitos separados por unos cuantos kilómetros, como los que separan Avándaro de
Valle de Bravo, o Cuernavaca de Zacatepec, que son las ciudades provincianas
que, a lo mucho, conocen. De esa manera podemos entender la visión que tienen:
así como los informes de gobierno, los grandes conciertos, las marchas y
manifestaciones, la “fiesta grande” del futbol mexicano debe ser en su ciudad;
caso contrario, así se enfrenten los dos mejores equipos de los últimos
tiempos, la final les parecerá “descafeinada” o “desangelada”. Así podemos
comprender los comentarios de algunos de estos comunicadores, totalmente
despreciativos hacia los equipos de fuera del D.F. – que mientras más lejos de
dicha ciudad queden, más despreciativos se vuelven – aunque los números digan lo
contrario. Esta mal-llamada prensa “nacional” acusa a la prensa regiomontana de
que, para ellos, parece que sólo existen
los equipos de la Sultana, y tienen razón, pero la prensa de Monterrey se asume
como eso: prensa local que posee dos equipos en su entorno; mientras que la
prensa capitalina sólo tiene ojos para sus tres equipos y otro más que es el
que posee mayor cantidad de títulos históricos. Si en realidad fuera una prensa
nacional – ahora sí sin comillas – asumiría que existen dieciocho escuadras
compitiendo, y no sólo cuatro.
El segundo mito es aquel de “final
soñada” – así titula el diario deportivo esto
su edición del día lunes –. Aquí cabría preguntarnos: ¿soñada para quién? La prensa
que describimos en el párrafo anterior es la que sueña con que la final de cada
torneo sea disputada entre dos de los cuatro equipos a los que ellos llaman “grandes”
– mito que describiremos más adelante -, ¿por qué? Porque así se justifica el
mito que ellos mismos han alimentado con tan buenos réditos económicos. Los televizombies
compran todo lo que ellos venden, y la mayoría de ellos simpatiza con los
equipos a los que esa prensa “nacional” llama “los grandes”. Cabe mencionar que
el evento “soñado” por esta prensa se dio por última ocasión en el torneo
Clausura 2004. Tuvieron que pasar nueve años para que se repitiera, y será
apenas el segundo que se presente dentro de los torneos cortos.
¿Quiénes son “los grandes”? Es el
tercer mito alimentado por la prensa “nacional” para alimentar su “final soñada”.
Los tres equipos que actualmente tienen por sede la capital, así como
Guadalajara, son aquellos equipos que, más que grandes, son populares. ¿Por qué
no son grandes? Tendremos que definir el
término en base a los estándares internacionales. En los países de
prosapia futbolera, los equipos grandes son aquellos que dominan la liga:
aquellos que además de contar con gran número de seguidores son aquellos que
torneo tras torneo están peleando todos y cada uno de los torneos en los que
participan, aquellos a los que su hinchada no les perdona dos años consecutivos
sin título alguno, aquellos que un año sí y otro también están participando en
competiciones internacionales. Así tenemos a Barcelona y Real Madrid en España,
a la Juventus, Internazionale y AC Milan en Italia, a Bayern Munich en
Alemania, por mencionar algunos. En este momento, ninguno de los cuatro equipos
referidos en nuestro futbol reúne dichos requisitos. Basta decir que desde la
instauración de los torneos cortos, los equipos “grandes” solamente han ganado 10
de estos 34 torneos –incluyendo el que
está por concluir –, apenas uno más que los obtenidos por los equipos norteños
en el mismo lapso. Como dato complementario podemos agregar que en las finales
de siete de los últimos diez torneos ha estado presente cuando menos uno de los
cuatro equipos del Norte, incluyendo tres finales disputadas entre dos
escuadras norteñas y seis campeonatos que se han quedado en esta región; en el
mismo lapso sólo han estado presentes en seis ocasiones esos equipos
consentidos de la prensa, con sólo dos títulos conseguidos, y ambos por un solo
club: la U.N.A.M.
Si bien en esta ocasión los
representantes de la región en la que, según los chilangos, “se termina la
cultura y comienza la carne asada”, sólo llegaron a la semifinal, son los que
tienen tendencia a la dominancia en lo que se refiere a finales – sin contar
las dos últimas definiciones de la justa continental – y títulos conseguidos…
Pero eso para esa prensa “nacional” no importa: por sus pistolas, la final “soñada”
por ellos es aquella que se dispute entre los equipos que les reditúan y a los
que por lo mismo los nombran como “grandes”. Está por ellos decretado… total: los
villamelones y televizombies, que son muchísimos, obedecen dicho decreto y lo
compran.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario