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lunes, 6 de julio de 2015

ELLA - Pourpura. El problema endémico de sus agricultores laguneros.

NI A MELÓN LES SUPO (COMO CADA AÑO)

En esta época veraniega, como cada año, vemos con tristeza la tragedia que viven los productores de melón y sandía de la Comarca Lagunera. Por la prensa sabemos que los intermediarios o “coyotes” intentan esquilmar a los campesinos, ofreciendo por el fruto de su arduo trabajo una cantidad ínfima de dinero; prefieren tirar el producto a regalarlo; bloquean una carretera exigiendo a la autoridad que haga su trabajo y les auxilie en la comercialización de su cosecha, y que además los proteja de los voraces intermediarios quienes, encima de todo, los amenazan.

Gracias al impacto de las redes sociales, la sociedad lagunera este año ha salido al auxilio de sus coterráneos, se organiza y lanza campañas pidiendo a la población que compre el melón y la sandía directamente a los productores, quienes llegan a las ciudades con sus su cosecha en la caja de su camioneta, y ofrecen en los cruceros el producto de sus largas y extenuantes jornadas de trabajo; nos damos gusto comprando la refrescante fruta a un precio justo; buena labor de solidaridad y concienciación pero, ¿y las autoridades? Bien, gracias; el problema de los campesinos laguneros no es su problema, y parece no interesarles: las parcelas de Matamoros, San Pedro y Viesca se encuentran lejos de los parques industriales, lo que suceda con el melón y la sandía no incide en la atracción de inversiones en el “cluster” automotriz del sureste de Coahuila, para el cual, tal parece, sólo tienen ojos; Tlahualilo sólo existe en el mapa de Durango en época electoral.

Al carecer las capitales estatales de vocación agrícola, su sensibilidad ante los problemas del agro es mínima, y más cuando ese agro se ubica a más de cien kilómetros de sus ciudades de clima bondadoso. Año tras año se reafirma el hecho de que sólo nosotros, los laguneros, somos capaces de dimensionar y entender los problemas de nuestros coterráneos; anualmente se comprueba que ésta y muchísimas vicisitudes más que padecemos los laguneros son de nula importancia para ambas autoridades estatales. La única solución que tenemos es formar nuestro tan anhelado Estado de La Laguna.

Tras la creación del Estado de La Laguna podremos plantear y llevar a cabo acciones de promoción para que el agro de nuestra región detone y multiplique su rentabilidad de una vez por todas; tenemos el potencial y la visión, y sabemos cómo hacerlo; tenemos la experiencia de cómo una pequeña cooperativa de ganaderos lecheros se convirtió en una empresa líder en su ramo a nivel mundial, gracias a la visión empresarial y a la solidaridad de sus accionistas. Así, el gobierno estatal lagunero podrá avalar el financiamiento de cooperativas campesinas para no sólo comercializar directamente al público, sino para industrializarlo creando empresas empacadoras, congeladoras, productoras de concentrados, etc.

Nuestros campesinos merecen progreso y bienestar; con discursos demagógicos nunca lo tendrán; sólo con acciones y apoyo que sólo les llegará cuando La Laguna se constituya en Estado Libre y Soberano, gozarán justa y cabalmente del fruto de su esfuerzo. Serán microempresarios agrícolas, ya no más esclavos de los coyotes, ni voto corporativo.

También por ellos… #HagamosElEstadoDeLaLaguna 
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- Publicado en El Siglo de Torreón el domingo 5 de julio 2015. Pág. 7E. 
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