NI A MELÓN LES SUPO (COMO CADA AÑO)
En esta época veraniega, como
cada año, vemos con tristeza la tragedia que viven los productores de melón y
sandía de la Comarca Lagunera. Por la prensa sabemos que los intermediarios o “coyotes”
intentan esquilmar a los campesinos, ofreciendo por el fruto de su arduo
trabajo una cantidad ínfima de dinero; prefieren tirar el producto a regalarlo;
bloquean una carretera exigiendo a la autoridad que haga su trabajo y les
auxilie en la comercialización de su cosecha, y que además los proteja de los voraces
intermediarios quienes, encima de todo, los amenazan.
Gracias al impacto de las redes
sociales, la sociedad lagunera este año ha salido al auxilio de sus
coterráneos, se organiza y lanza campañas pidiendo a la población que compre el
melón y la sandía directamente a los productores, quienes llegan a las ciudades
con sus su cosecha en la caja de su camioneta, y ofrecen en los cruceros el
producto de sus largas y extenuantes jornadas de trabajo; nos damos gusto
comprando la refrescante fruta a un precio justo; buena labor de solidaridad y
concienciación pero, ¿y las autoridades? Bien, gracias; el problema de los
campesinos laguneros no es su problema, y parece no interesarles: las parcelas
de Matamoros, San Pedro y Viesca se encuentran lejos de los parques
industriales, lo que suceda con el melón y la sandía no incide en la atracción
de inversiones en el “cluster” automotriz del sureste de Coahuila, para el
cual, tal parece, sólo tienen ojos; Tlahualilo sólo existe en el mapa de
Durango en época electoral.
Al carecer las capitales
estatales de vocación agrícola, su sensibilidad ante los problemas del agro es
mínima, y más cuando ese agro se ubica a más de cien kilómetros de sus ciudades
de clima bondadoso. Año tras año se reafirma el hecho de que sólo nosotros, los
laguneros, somos capaces de dimensionar y entender los problemas de nuestros
coterráneos; anualmente se comprueba que ésta y muchísimas vicisitudes más que
padecemos los laguneros son de nula importancia para ambas autoridades
estatales. La única solución que tenemos es formar nuestro tan anhelado Estado
de La Laguna.
Tras la creación del Estado de La
Laguna podremos plantear y llevar a cabo acciones de promoción para que el agro
de nuestra región detone y multiplique su rentabilidad de una vez por todas;
tenemos el potencial y la visión, y sabemos cómo hacerlo; tenemos la
experiencia de cómo una pequeña cooperativa de ganaderos lecheros se convirtió
en una empresa líder en su ramo a nivel mundial, gracias a la visión
empresarial y a la solidaridad de sus accionistas. Así, el gobierno estatal
lagunero podrá avalar el financiamiento de cooperativas campesinas para no sólo
comercializar directamente al público, sino para industrializarlo creando empresas
empacadoras, congeladoras, productoras de concentrados, etc.
Nuestros campesinos merecen
progreso y bienestar; con discursos demagógicos nunca lo tendrán; sólo con
acciones y apoyo que sólo les llegará cuando La Laguna se constituya en Estado
Libre y Soberano, gozarán justa y cabalmente del fruto de su esfuerzo. Serán
microempresarios agrícolas, ya no más esclavos de los coyotes, ni voto
corporativo.
También por ellos… #HagamosElEstadoDeLaLaguna
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- Publicado en El Siglo de Torreón el domingo 5 de julio 2015. Pág. 7E.
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