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lunes, 4 de marzo de 2013

RESUMEN DE UNA PASIÓN


Algo sobre mi afición por el futbol y mi pasión por Santos Laguna.
En días pasados fui honrado con la oportunidad de externar ante la comunidad santista mi experiencia como aficionado santista.

Reproduzco una charla con Luis Salcedo de Multimedios Laguna, publicada en la revista “Somos Santos”[i]

Enrique Macías Morales: Fidelidad santista.

Es orgulloso seguidor de nuestro Club desde hace 30 años y fiel abonado desde 1996.


Algunos recuerdos y souvenirs
SANTOS LAGUNA ES UNA LECCIÓN DE VIDA, un pretexto para reunir a la familia, una pasión que se siente hasta los huesos… así vive su afición por el equipo Enrique Macías: seguidor albiverde desde hace más de 30 años y fiel abonado desde 1996.

Enrique abrió las puertas de su hogar para contar su historia, su andar desde niño como aficionado, los momentos más importantes del equipo que le tocó vivir desde una tribuna. Desde San Isidro, pasando por el viejo Corona y ahora en el TSM; ahí ha estado en cada encuentro de local.

“He sido aficionado toda la vida, desde niño, pero cuando me metí de lleno fue en 1983, cuando regresó el futbol profesional; más atrás recuerdo cuando mi papá me llevaba al Parque San Isidro, después me llevó al Corona, que en ese entonces se llamaba estadio Moctezuma. Eran tardes de futbol muy bonitas, en las que se reunía la familia. Para mí un domingo de futbol era familia: era Papá y Mamá contentos – porque mi madre también iba al estadio – . El futbol profesional se acaba en 1978 y terminan las reuniones familiares. Mi papá veía futbol americano en la TV y yo me tenía que ir a casa del vecino a ver futbol, ya los domingos no fueron lo mismo. En 1983 que vuelve el futbol profesional a La Laguna yo retomo esa tradición.”

¿Entonces ir al futbol era un pretexto para fomentar la unión familiar?

“Era un pretexto para tener una reunión familiar: mi padre y sus hermanos siempre fueron aficionados seguidores del Laguna – en esos tiempos hubo dos equipos – entonces los días de futbol se aprovechaban para reunirse la familia, era una rutina muy bonita. Recuerdo que tenía menos de 4 años cuando me llevaban al Parque San Isidro: las gradas las veía enormes para el tamaño que tenía en aquel entonces, además de multicolores; recuerdo el aroma característico, mucha gente, gritos, matracas, caían goles del Laguna y aventaban cohetes; eran momentos muy hermosos que a uno como niño le impactan y dejan marcado… se extrañan esos momentos”.

¿Hubo momentos difíciles?

“Me tocó ver desde las duras hasta las muy difíciles: las angustias de la temporada 1984-85 en las que el equipo andaba descendiendo nuevamente a la 2ª. B, si  no mal recuerdo fue un partido en Mérida, durante la liguilla por el no descenso en la que no recuerdo si ganan o empatan, el caso es que Santos Laguna se salva, pero ahí con Santos comenzamos a conocer el drama de la lucha por no descender”.

 
¿Cuál fue más dramático: 1991 ó 2007, hablando del tema del descenso?...

“A mí se me hizo más dramática la temporada 1990-91 porque en esa ocasión Santos Laguna era último lugar de la tabla general – en ese entonces apenas comenzaba a instituirse la tabla porcentual – y era el último lugar de la tabla el que se iba. Santos Laguna iba más abajo que Irapuato, algo así como seis puntos y no se veía por dónde se pudiera impedir el descenso.

Bajo la dirección técnica de Roberto Matosas el equipo comienza a repuntar, tiene algunos triunfos muy cardiacos: recuerdo uno en el que perdía como local 1-3 contra Veracruz y termina ganando 4-3. El último gol fue muy bonito: el “Choque” Galindo se va por el extremo derecho, centra al área para que Juan Flores remate de palomita; con ese gol se ganó.

Faltando siete jornadas para finalizar el torneo Santos va al Tecnológico a enfrentar a aquel Monterrey dirigido por Pedro García, que además de jugar muy bien aparecían en anuncios de un banco, traían una campaña publicitaria muy fuerte… pintaban para campeones. Ahí jugaba Manuel Negrete, Carlos Hermosillo, un medio de contención chileno llamado Alejandro Hisis, un equipazo. En esa ocasión también ganaba Monterrey 3-1 y Santos Laguna termina ganando 3-4, con goles de Juan Flores, Lupe Rubio, Morressi y Marcelino Pérez.

Después de esa victoria vienen seis empates consecutivos que fueron suficientes para alcanzar a Irapuato, que se fue en picada. El partido clave se da en la jornada 37 – penúltima – recibiendo en el Corona al América; el mismo día a la misma hora Irapuato recibía a Monterrey. En Torreón, América se va arriba en el marcador, en ese momento don Armando Navarro Gascón (QEPD) que en ese entonces era el hombre del sonido local – y que posteriormente llegó a ser presidente del Club – anuncia que Monterrey estaba venciendo al Irapuato; los aficionados que estábamos en el estadio nunca dejamos de apoyar y lanzar al frente al equipo… eran dos puntos la diferencia con Irapuato. Sabíamos que el empate ayudaba a acortar distancias. Irapuato termina siendo goleado por Monterrey 1-4, entonces en el minuto 93 llega el ansiado empate en el Corona, un gol que yo considero el más importante en la historia del Santos Laguna: Ramón Ramírez cobra un tiro libre centrando al corazón del área americanista, un defensa azulcrema despeja y un Guerrero – que no recuerdo quién fue, pero quisiera saberlo para mandarle construir un monumento – alcanza y ‘jala’ la pelota nuevamente al área enemiga, “Choque” Galindo en la media luna prolonga con la cabeza. Adrián Chávez – arquero americanista – sale por el balón, mismo que le gana Eugenio Dolmo Flores, quien empuja el balón a la red… Creo que es el gol más emotivo que he celebrado en mi vida, ya que fue la clave de la salvación: en la siguiente jornada Irapuato pierde en Toluca y Santos Laguna empata en Morelia, con eso nos salvamos en aquella ocasión. Esa salvación es la que considero más importante, más que la de 2007 bajo la dirección técnica de Daniel Guzmán.”

¿Cuánto tiempo ya de abonado del Club?

“En realidad, como abonado tengo desde 1996; antes no lo era porque sólo vendían abonos para la localidad numerada del estadio, la parte cara, y la verdad prefería comprar mi boleto y el de mi hermano – que en ese entonces era un niño – a comprar platea para mí solo… yo prefería estar con la raza: ahí se sentían más las emociones de cada partido. A partir del inicio de los torneos cortos es cuando comienzan a vender abonos para las localidades generales, ahí yo fui de los primeros en comprar abono”.

¿Cómo vives tu pasión?

“Nunca fui de pintarme la cara o de ser estrafalario, nunca lo he sido, pero igual que aquellos que sí lo hacen yo siento una gran pasión por el equipo. Tengo como recuerdo cada calendario que regalan al inicio de cada torneo, así como mis boletos y abonos. Además vivo esa pasión defendiendo al equipo ante quienes lo difaman, ante quienes no le van al equipo y lo atacan por envidia, coraje - y es que lo más fácil es irle a aquellos equipos que te venden como los ‘grandes’ –  o desdén a pesar de los cuatro campeonatos conseguidos, la gran cantidad de liguillas disputadas, y demás logros. Defiendo con orgullo a mi equipo porque es MI equipo: el de mi tierra. Santos Laguna es para mí una lección de vida; de cómo de la nada, de ser el más humilde, el más pequeño, con esfuerzo y sacrificio ha llegado a lo más alto, a ser hoy por hoy uno de los equipos más importantes de México, que ha innovado, que le ganó en infraestructura a muchos equipos, como los regiomontanos que nos siguen viendo con desprecio, tenemos un estadio e instalaciones de Primer Mundo. De 1988 a la fecha nos han visto levantar la Copa en cuatro ocasiones: más que lo que nosotros hemos visto a ellos hacerlo.”
 
Un mensaje al plantel actual

“La mayoría de quienes conforman el plantel ya tiene tiempo viviendo en esta tierra, ya sabe cuál es el sentir del aficionado, su filosofía de vida, saben que aquí no es un paraíso sino un desierto en el que la gente sale todos los días a trabajar duro, a luchar por la vida; esa es la mentalidad de un Guerrero. Si ellos son capaces de reflejar ese sentir del Lagunero en el terreno de juego, la afición se los reconocerá… el talento ya lo tienen, lo que les pedimos es esfuerzo durante los 90 minutos de juego”.[ii]

Mi más sincero agradecimiento para Luis Salcedo por la charla tan amena que tuvimos, así como para Lupe Rubio, quien fue el que me recomendó para aparecer en el espacio de la revista oficial santista. También un agradecimiento enorme a mi Padre, quien además del gusto por el futbol, beisbol y la Fiesta Brava me inculcó valores que han hecho de mí una persona útil a la sociedad. Por último agradezco a mi esposa, hija y a todos mis amigos que comparten el sentir aquí expresado. A Maribel, por la foto de la pantalla del Corona en la que aparecí.
 

[i] Somos Santos. Guerreros de Corazón. Año 1, No. 8. PP 58-61.
[ii] El texto publicado en la revista fue resumido por razones de espacio. En este sitio lo presento un poco más explayado con la finalidad de que el lector lo comprenda un poco mejor.

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