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lunes, 30 de noviembre de 2020

"Pelé" en palabras de Ney Blanco - Cap. XXVI

Ney Blanco de Oliveira en la Corte del Rey.
Capítulo XXVI: Aprender inglés fue más fácil de lo esperado.


HÉCTOR: El mundo futbolístico se cimbró con la noticia de que el Rey regresaba a jugar. Pero lo más impactante fue que lo haría en un fútbol descalificado en el renglón de la alta calidad. ¿Esa fue la interpretación general?
NEY: Sí, esa fue, Héctor. Es importante entender lo que significó para “Pelé” aceptar el compromiso. Imaginamos lo que soportó: la presión del pueblo brasileño por su retorno; el tener que prepararse físicamente para volver a pisar una cancha; aprender el idioma inglés; confirmar, o quizá jugarse el prestigio no sólo como jugador de fútbol, sino también confirmar que podía cumplir a cabalidad con las especificaciones del contrato. Y aún más: dentro de la filosofía del pueblo norteamericano, “Pelé” se enfrentaría a las campañas no muy diplomáticas de quienes defendían otros deportes, los más populares de Estados Unidos: el beisbol y el fútbol americano, aderezados por la influencia de la televisión.

Aprender inglés no fue difícil; aquel muchacho que llegó al Santos sin la primaria terminada, ya había vencido varias etapas. Entendía algo de español, de italiano y de francés, a través de sus viajes.

Un buen maestro resolvió otro de los problemas: el profesor Julio Mazzei, que ahí estaba para prepararlo física y atléticamente.

El contrato con el Cosmos tenía cláusulas que no se encuentran en los compromisos de un jugador normal. “Pelé” no sólo tenía que jugar fútbol sino también dar clínicas a los niños (técnica individual y concepto futbolístico) en los colegios, y conferencias a los jóvenes en las universidades.

Por aquel entonces, la North American Soccer League tenía registrados a tan sólo 12 equipos; el promedio de entradas en los estadios era de apenas 8,000 personas por juego. Esas marcas tendrían que ser superadas por el Rey… Labor fácil, ¿verdad?
HÉCTOR: No lo creo. Un reto así sólo quien tiene excesiva confianza en sus alcances puede aceptar. ¿Cuáles fueron los resultados?

NEY: La meta más importante que se fijó “Pelé” fue la de conquistar uno de los países más poderosos del mundo, jugando un deporte que no era el más popular, y tratando de incrementar la afición por lo que ellos llaman el “soccer”.

Giorgio Chinaglia, Pelé y Franz Beckenbauer. Compañeros en el
New York Cosmos

Pararse delante de los niños en los colegios y hablar de fútbol auxiliado por audiovisuales y con demostraciones de su técnica individual, a pesar de su mal inglés, era fácil. Dar conferencias en universidades, a jóvenes con un nivel intelectual y académico más elevado que él, era un poco más difícil. En cambio, pisar una cancha de fútbol y jugar, eso sí que resultaba fácil para “Pelé”. Más complicado le resultaba la conquista, con su magia futbolística, de los niños, de los universitarios y, lo más importante, de los aficionados que viven en ese admirable país.

Aquella mañana salimos desde Guadalajara hacia Nueva York para asistir al debut de “Pelé” con el Cosmos, por una excelente línea aérea francesa. Íbamos Rafael Albrecht, Vladislao Cap y yo. El licenciado Isidro Urzúa, entonces presidente del Club Jalisco, había invitado a dos buenos amigos para que me acompañaran a la Urbe de Hierro a ver la conquista del Rey, en un país donde no existía un gran arraigo por el fútbol. Cap y Rafael no sólo fueron dos mundialistas argentinos sino también dos grandes jugadores de fútbol. Ya instalados en primera clase del avión, teníamos motivos de conversación, además de champagne francés y pate de foie. Vladislao Cap, con su prosaica polaca, nos hacía pensar y reír a la vez comentando el inminente debut del Rey. Todo transcurrió perfectamente.

Sin nunca haber entrenado con sus compañeros, apenas haciendo el trabajo físico-atlético en el Central Park (sin balón, por cierto), el Rey debutó con el Cosmos en un estadio amateur que está frente al río Hudson, en Manhattan, ante el equipo Star Houston. Estuvo en lo suyo; aunque desencanchado, tuvo destellos de grandeza.

A partir de ahí la comparecencia de los aficionados al fútbol asociación en Estados Unidos llegó a la cifra de 80,000 personas por partido, y el número de equipos se duplicó a 24.

Aparte, sus clínicas con los niños y las conferencias con los adultos de las universidades fueron todo un éxito. Nadie puede dudar de la simpatía del Rey, además de ser un buen ejemplo con la juventud. En otras palabras: misión cumplida.

Cuando se retiró del Cosmos, el fútbol de Norteamérica volvió a perder interés y los clubes han ido desapareciendo paulatinamente de la competencia, así como también se han retirado los aficionados hasta terminar con lo que hoy es el fútbol de Estados Unidos: nada. Ya no existe1.

HÉCTOR: A propósito, Ney. Muchas cosas se dijeron contra la imagen del Rey, pero nadie nos ha dicho ¿por qué hizo campaña a favor de Estados Unidos, para obtener la sede del Mundial 86?

NEY: Tuve que comunicar a “Pelé” la deshonesta campaña de muchos medios informativos mexicanos y más aún, por Televisa, a quien más le interesaba el mundial en tierras aztecas, de la forma incorrecta en que quisieron desprestigiarlo. Que quede claro, Héctor: los predestinados, los nombrados non en una materia, aparte de expresar sus conocimientos en ella, tienen otras obligaciones y en ese renglón, si alguien cumplió con su misión ese fue el Rey “Pelé”. Nadie promovió, nadie divulgó el fútbol en los cinco continentes con verdadero ejemplo, paciencia y sabiduría como Edson, aunque Rafael del Castillo2, actual presidente pagado de la Federación Mexicana de Fútbol diga lo contrario. ¿Qué “Pelé” cobró por ese trabajo? Yo me pregunto: ¿y qué querían, que fuera gratis? ¿Quién lo hubiera hecho gratis? ¿Del Castillo?

Telefónicamente, después de recibir mis informes, adivinando el futuro del fútbol asociación de Norteamérica, me dijo:

- Estoy convencido que si el Mundial de 1986 no se juega en los Estados Unidos, lo poco que queda, terminará. Es posible que todo el trabajo haya sido en vano.

Palabras de sabio: ya no existe el fútbol profesional en la tierra del Tío Sam3.

(Mañana: el Rey no necesita pasaporte para viajar).

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1. La liga estadounidense de aquel entonces se llamaba North American Soccer League (NASL), la cual desapareció años después del retiro definitivo de Pelé.
2. Rafael del Castillo era en aquel entonces presidente de la Federación Mexicana de Futbol. Hombre impuesto por Televisa, fue removido tras la sanción al futbol mexicano, tras haberse descubierto el caso de los cachirules, en 1988. 
3. La actual Major League Soccer (MLS) fue fundada en 1993, previo al Mundial de los Estados Unidos, llevado a cabo en 1994.

viernes, 27 de noviembre de 2020

"Pelé" en palabras de Ney Blanco - Cap. XXV

Ney Blanco de Oliveira en la Corte del Rey.
Capítulo XXV: La fama y el Rey "En la Corte del Rey".



HÉCTOR: La fama, el clímax de su carrera, ¿cambiaron al hombre, a Edson?
NEY: La fama empezó desde el mundial de 1958. Le costó trabajo solidificar su prestigio con la corona en la cabeza. “Pelé” ganó honestamente esa corona ya que, en su trajinar por los cinco continentes, acompañado de la Corte, consiguió ese título. Otro ejemplo: al gran Alfredo DiStéfano lo conocí como suplente del River Plate y después con la camiseta del Huracán de Argentina, fue prestado al equipo del globo porque no tenía lugar con el club de la franja. Ahí estaban Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Ángel Labruna, Lostau, el “Maestrito” Báez, que tampoco, a pesar de su grandeza, tenía lugar. Todos se fueron a Colombia en la época de la “piratería”. Pero, ¿cuántas veces el gran Alfredo visitó América Latina, África, Asia y Oceanía con su equipo, grande por cierto, el Real Madrid? Más aún, ¿cuántas veces expuso su prestigio en un mundial? El Rey jugó ese mismo prestigio en cuatro mundiales de los cuales, en tres, consiguió el título. Podría haber jugado el quinto pero como siempre, fue muy claro: al término del partido frente a Italia en el Mundial de 1970, en una de las escaleras del Centro de Nutrición, firmando algunos autógrafos a señoras responsables de la limpieza, me confesó: “Es el último mundial que juego”. Siento que fue el máximo de su carrera ese mundial. El hombre, sí, ha cambiado. No por la fama. Nunca estuvo mareado por tan traicionera situación. Ha cambiado porque, como todo lo que está bajo la ley de esta vida (los años pasan), Edson, el “Sací-Pereré”, “Pelé”, maduró como hombre y eso es, no sólo bueno, sino normal. Los años pasan y el matrimonio, los hijos, el divorcio, tener que ser inteligente para no ser usado, y además, con una situación económica más que consolidada, aparte de responsabilidades civiles en su país, el hombre ha cambiado; sigue ecuánime y coherente, sencillo en su trato personal y a la par, disfrutando de lo que le costó muchísimo conseguir. Todo bajo control, diría el profesor Mazzei, que también sigue en la Corte.

HÉCTOR: “Pelé” se retiró dos años después de ese mundial. Pero regresó al fútbol con el equipo Cosmos de Nueva York… ¿Por qué?

NEY: Por cierto, muy criticado ese regreso. Y más, lo cual le dolió mucho, criticado por el pueblo brasileño. Es verdad que se retiró, negándose inclusive a jugar un mundial con la Selección Brasileña. Dos años se pasaron cuando recibió la propuesta del Cosmos de N.Y. Dentro de la ley federal de trabajo brasileña, existe una cláusula que se refiere a los jugadores profesionales de fútbol. Jugador con más de 30 años de edad y 10 años de pertenecer al mismo club, tiene su carta libre. Esa era la situación de “Pelé”. Libre como un pájaro, después de todo. ¿Recuerdan aquello de dormir bajo la tribuna? ¿Aquello de ser mundialista a los 16 años y 8 meses? ¿Aquello de defender la camiseta del Santos F.C. durante 13 años, en cualquier estadio de este planeta? Bien, otra misión lo esperaba y aunque bien pagado, bastante difícil. Sólo el Rey, con su prestigio, honestidad, oficio y magia, podía resolverla. Claro que el Santos F.C. gritó y bien alto. Pensó que podría seguir cobrando a nombre de “Pelé” y no era así. Tampoco el fútbol brasileño, a nombre de la Confederación Brasileña de Deportes, tenía derechos sobre el Rey. Era libre y eso no le gustó a muchos parásitos del fútbol. No estaba en bancarrota, como dijeron: era libre de hacer lo que más le complaciera. Aceptó ese reto.

HÉCTOR: ¿Cuál era el reto a sus responsabilidades?
NEY: Antes de entrar a ese tema, me gustaría Héctor, mencionar que en toda su historia (hasta la fecha), ya con otras actividades y responsabilidades, el Rey “Pelé” nunca tuvo un departamento de publicidad. Seguía y sigue popular, era y es la gran atracción en donde se para; las invitaciones a nivel gobiernos, ser llamado para cualquier manifestación deportiva en todo el planeta; los títulos por parte de Francia, Portugal, Inglaterra, llenaban las horas de ocio que provoca el retiro de las canchas. Más aún para el Rey, que a pesar de sus 32 años, seguía con su vida disciplinada que le daba ese extraordinario poder físico; un rey no puede estar en el retiro cuando aún trae en la cabeza la corona. El trono era su lugar. Al aceptar el contrato del Cosmos, asumió responsabilidades muy serias, como promover el futbol asociación en Norteamérica.
Esa era la tercera ocasión que se intentaba profesionalizar el fútbol asociación en los Estados Unidos. Primero se intentó con Salvador Reyes, con los Toros de Los Ángeles; después con “Vavá” en San Diego con los mismos Toros. Y la tercera con “Pelé” en el Cosmos.
(El próximo lunes: Aprender inglés fue más fácil de lo esperado; y la nueva responsabilidad con el Cosmos).

jueves, 26 de noviembre de 2020

"Pelé" en palabras de Ney Blanco - Cap. XXIV

Ney Blanco de Oliveira en la Corte del Rey.
Capítulo XXIV: También la Corte tenía su concepto futbolístico.

HÉCTOR: ¿Cuál era el concepto futbolístico de la Corte?

NEY: Quien determina el concepto, la idea futbolera de un equipo es su director técnico. Después de evaluar su plantel, conocer sus defectos y virtudes, equilibrar su equipo defensiva y ofensivamente es su principal trabajo, aparte de saber controlar el grupo humano y convertirse en su líder. Esa es la lógica y lo normal. Dije normal para cualquier equipo de fútbol que pisa una cancha. Tratándose del Santos F.C., que entre muchas personalidades mundiales del fútbol tenía al Rey, era distinto. Cuando dije que tuve grandes maestros, pero el único idóneo para estar al frente de la Corte era “Lula”, estaba en lo cierto. Para pertenecer a la Corte, antes que todo se tenía que ser una persona normal, que entendiera la situación y se comportara acorde a ella; la otra, tenía que ser un excelente jugador de fútbol. Todo en el reinado era casi normal y exigía algo más: soportar con elegancia aquello que era anormal. Me refiero a lo que sucedía dentro y fuera de la cancha.

Y en la anécdota del hijo del Rey Hassan quedó en claro lo que podría pasar afuera de la cancha. Vamos a lo mejor: la cancha.
En la cancha, a través de los años en que el Santos F.C. estuvo en primera plana del fútbol mundial, comandado por el Rey, puntos básicos eran mudos pero imprescindibles. El concepto ya estaba determinado y la técnica individual para expresarlo era imperativa. De ahí que cuando el Santos F.C., con la aprobación de “Lula” contrataba un jugador, eran cautelosos, tenían que revisar si realmente encajaban o si cubrían los requisitos. Aquello de jugar con alegría y no con angustias era un punto básico. Tocar bien el balón, con idea y perfección, idea y tiempo a la vez, era otro. Nosotros sabíamos que al ganar el balón teníamos que ir hacia delante. Atacar, jugar bonito y ganar de goleada era la consigna. Decía que el equipo era desequilibrado y es fácil explicar: cuando un equipo tiene jugadores de la calidad de Dorval, Mengalvio, “Pagao”, Coutinho, Jair Rosa Pinto, “Tite”, “Pepe”, Abel Verónico, Edú, Helio, Almir, Rossi, Alfonsinho en su ataque; tener en la mitad de la cancha jugadores de la calidad de Urubatao, “Zito”, Fiote, “Formiga”; en su línea de zagueros: Mauro Ramos de Oliveira, Ramos Delgado, Orlando, Calvet, Dalmo, Carlos Alberto, Rildo, Laercio, Gilmar, Cejas, Helvio, Iván, Alfredo Ramos, Ramiro, Álvaro, Walter Marciano de Queiroz, y sin poder faltar mi maestro Antonio Fernandes, el querido “Antoninho”, ningún equipo puede pensar en jugar defensivamente.

HÉCTOR: Siento todo esto bien explicado ¿pero el concepto del Rey?

NEY: Está en todo eso que acabo de decir. Fue el eje de toda la idea futbolística del equipo. El desequilibrio era notorio para cualquier buen observador. Atacar en una cancha al Santos F.C. era crear serios problemas a la Corte durante un lapso. Está bien, atáquennos y quizá consigan algo, pero para atacarnos, obligatoriamente tienen que caminar hacia delante y eso es abrir espacios, dar libertad a los grandes atacantes santistas y entre ellos, al Rey “Pelé”. Ese era el concepto del equipo, en cualquier parte del mundo. Y que conste: el Santos F.C. viajó con el Rey y la Corte a más de cien países.

El concepto del Rey debe ser tratado con pinzas para ser bien entendido. “Pelé” jugó en todas las posiciones con la misma propiedad. Fue inclusive portero en un partido de la Copa Libertadores, jugando contra el Gremio de Porto Alegre, sustituyendo a Gilmar; sus movimientos en la cancha siempre enseñaron que podía desenvolverse con maestría en cualquier espacio de la cancha; en la defensiva o la ofensiva. Aparentemente era un jugador no sólo con personalidad sino también con oficio; pero, dentro del normal funcionamiento del equipo, en cualquier momento empezaban a aparecer sus genialidades. Ejemplo: cuando desde la mitad de la cancha intentó sorprender al portero Viktor de la Selección de Checoslovaquia, en el Mundial de 1970; eso ya estaba pensado porque lo estuvo ensayando. En cambio, lo que realizó frente al potero uruguayo Mazurkiewicz en el mismo mundial, fue una inspiración del genio.


Ni Mazurkiewicz, tampoco el Rey, habían ensayado ese cuadro artístico y futbolero. Dentro de su anormalidad, y calladamante, el equipo sabía que en cualquier momento podría acontecer algo que nadie había visto y tampoco sabía de lo que se trataba. A ver quién podía adivinar. Pienso que “Pagao”, Coutinho y Jair Rosa Pinto fueron los que más lo entendieron. Otro punto muy importante en el Rey es que nunca repetía la misma jugada. Tardaban más de 10 minutos para que él volviera a lo mismo. El contrario no aprendía su accionar. De verdad que era una verdadera adivinanza jugar con el Rey. Aparte de su personalidad, su temperamento de hombre ganador, de conocer todos los secretos de la profesión, “Pelé” no escatimaba esfuerzo físico, porque estaba siempre dispuesto a crear algo nunca antes visto dentro de una cancha. Estar en la Corte, implicaba responsabilidades anormales por la presencia del Rey del Fútbol.
(Mañana: La fama y el Rey. ¿Qué hace un hombre cuando salta de lo ordinario a lo extraordinario?)

miércoles, 25 de noviembre de 2020

"Pelé" en palabras de Ney Blanco - Cap. XXIII

Ney Blanco de Oliveira en la Corte del Rey.
Capítulo XXIII: El concepto de juego. Un prestidigitador.


HÉCTOR: Ya conocemos el poder físico-atlético y su excelsitud técnica individual. Pero… ¿Cuál era su concepto futbolístico?

NEY: No se puede hablar del concepto de un jugador sin buscar sus raíces. Concepto en fútbol, se puede traducir en idea del juego, en qué forma lo entiende y aunque los conceptos sean expresados en formas diferentes dentro de una cancha, ese siempre será la esencia del deporte y en este caso, del fútbol. Ese concepto que siempre será revelado en la cancha, enseña la personalidad de un hombre, de un pueblo, de un país, de acuerdo a su historia. No se puede, o no se debe, tener un gran poder físico-atlético, una excelente técnica individual sin poseer un concepto del juego. Sin eso no se puede ser jugador de fútbol. En lo particular, siempre busco, al analizar un jugador, primero su concepto y después su técnica individual y su poder físico.

El fútbol brasileño no es la excepción de la regla. Busque las raíces, la historia del pueblo amazónico, su forma de pensar, ser y vivir; en pocas palabras, su idiosincrasia y encontrará que el fútbol verde-amarillo expresa, revela sin querer, esa personalidad. La población brasileña está conformada por inmigrantes, pero basada en dos grupos étnicos: los portugueses, que fueron los que descubrieron el territorio, y los africanos. Si usted revisa las raíces de esos dos grupos étnicos encontrará que la diplomacia, formalidad y nobleza del pueblo lusitano, aliadas a la sencillez, a la facilidad para los deportes, al ingenio de la broma, la picardía y su aparente humildad estética; siempre encontrará en una cancha de fútbol, cuando está jugando un equipo brasileño, que su concepto futbolístico se basa en esos ingredientes, aunque no quiera. Para el jugador amazónico patear un balón debe llevar algo más, no sólo para el aficionado, para el juego, también, y es lo más importante, para sí mismo.

El fútbol brasileño, de acuerdo a sus raíces, no debe, no sabe y no puede ser violento. Su esencia es técnica y artística. Jugar debe ser un placer, no una angustia. Y el gol debe ser concretado de talón, a escasos metros del marco contrario y después de varias fintas. Sé que de acuerdo a la industria y el nivel competitivo actual, ese concepto del fútbol amazónico es obsoleto. Hoy por hoy Brasil tiene que optar ante el dilema: continuar jugando con alegría, disfrutando del juego y alimentando su ego, o cambiar al fútbol industrial, competitivo, que lleva como lema “crear grados de dificultad al contrario”. Lo encuentro difícil por varias razones. Primero, porque no sabe; segundo, porque sería una agresión a su propio yo y se vería ridículo, y tercero, pensando bien, el propio aficionado brasileño (como también para algunos a los que les gusta el fútbol verde-amarillo) no estaría de acuerdo; sería perder el sello de la casa. Para escribir la historia, es importante que cada uno sepa su papel y esté convencido de su parcela. Esa es la misión del fútbol brasileño en su contexto: ser el niño bueno de la película… aunque pierda.
HÉCTOR: ¿Y el concepto futbolístico del Rey?

NEY: Espero haberlo enmarcado en esa introducción. Es difícil hablar de las esencias futbolísticas. Todas ellas, cuando son aplicadas honesta y correctamente, son válidas y vigentes. Claro que existen muchos colores y sabores para alimentar gustos distintos. Yo prefiero, por ejemplo, el fútbol argentino de antaño y no el de ahora con sabor a Europa. De acuerdo al pretencioso análisis para enmarcar el concepto del Rey del Fútbol: “Pelé”, siento que el Rey fue el único jugador brasileño a través de la historia del balompié amazónico, que hubiera podido haber jugado bajo cualquier concepto futbolístico y en cualquier parte del planeta. Como muestra ahí están Sócrates y “Zico”, que no pudieron adaptarse al fútbol italiano. Estoy convencido que “Pelé”, en su trajinar por el globo terrestre, entendió todos los conceptos que conoció y sacó partido, desde luego a su favor, de todos ellos.
(Mañana: También la Corte tenía su concepto futbolístico).

martes, 24 de noviembre de 2020

"Pelé" en palabras de Ney Blanco - Cap. XXII


Ney Blanco de Oliveira en la Corte del Rey.
Capítulo XXII: El retorno a la Corte, para un largo reinado.


HÉCTOR: Decías que “Pelé” llegó en desventaja al Mundial de Suecia porque aparte de la lesión en un tobillo todavía no desarrollaba su poderío físico. ¿Nos podrías explicar con mayores detalles?

NEY: En aquel entonces había una inconsciencia total del jugador sudamericano respecto al trabajo físico-atlético. Lo rechazaba, simplemente. La primera dificultad en nuestros partidos ante los europeos era la desventaja de poderío físico.

El cambio histórico fue paralelo pues mientras los europeos pasaron a prestarle una gran importancia a la técnica, nosotros los sudamericanos ya habíamos entendido la necesidad de mayor trabajo físico-atlético.

“Pelé” llegó a su primer mundial inconsciente de esa importancia. Nunca había sido preparado físicamente para jugar al fútbol, y a los 16 años con 8 meses carecía de nociones elementales sobre la atención del aspecto físico-atlético.

El Rey tomó conciencia de este aspecto cuando llegó el profesor Julio Mazzei al Santos.

Como todo descendiente de raza africana, “Pelé” tenía elementos innatos para convertirse también en un gran atleta, físicamente hablando.

Una vez que tuvo conciencia de esta importante obligación, “Pelé” se entregó al trabajo programado por el profesor Mazzei. El resultado no se hizo esperar: el desarrollo físico-atlético del Rey entró en su fase de madurez y resultó una herramienta vital en su reinado. Llegó a la cúspide de acondicionamiento físico en el Mundial de México, en 1970. Sinceramente nunca antes lo vi tan fuerte, tan bien preparado físicamente. Fue un excelente trabajo el que hicieron con el Rey los preparadores físicos Chirol y Claudio Coutinho (que en paz descanse). Su desarrollo fue paulatino y progresivo.

En algún momento mencioné que el poder físico del ya monarca era una de sus armas para estar en la cancha. Y sin embargo, ese poderío no lo tenía en Suecia en 1958.

A lo largo de su carrera, “Pelé” demostró que fue uno de los pocos delanteros latinoamericanos que hacían pesar su poderío físico a los defensores contrarios. Sus dos brazos eran como un par de remos.

Esa fase del desarrollo físico-atlético del Rey completó, ya en una forma consciente, lo que le faltaba para reinar durante más de una década.

HÉCTOR: ¿Y su técnica individual? ¿También se fue puliendo con los maestros, o ya la traía desde siempre?

NEY: Siempre reveló una técnica individual depurada, aún en sus tiempos de juvenil. Lógicamente con el pasar de los años llegó a un nivel muy alto, para mí, único.

Es de todos conocido que la técnica individual se basa en la superficie de contacto del cuerpo. Cómo controla, cómo domina y cómo lo pone en juego. Ese es el termómetro para analizar la técnica individual.

La superficie de contacto más importante y determinante del cuerpo es la de los pies. Éstos, a su vez, están divididos en tres superficies: la parte de dentro, la más ancha, que sirve para los pases cortos y asegurados; el empeine, que se ocupa para los pases largos, centros y tiros a gol, y la parte externa, que en particular considero de alto nivel y aquel jugador que la domina y la usa como una “suave bofetada”, es el que tendrá un recurso adicional para pasar a contra-lógica. Algo parecido al talón, que suele ser un recurso, aunque algunos jugadores lo utilizan como factor importante de su técnica individual.

Hablar del juego aéreo, tan difícil por cierto, es hablar de la otra superficie de contacto importante. Para ejecutar bien hay que calcular el salto, elevarse para coincidir en un punto imaginario con el balón y dale sentido a la acción. Eso, ya a simple vista, es difícil para cualquiera, pero lo es más si se ejecuta el contacto con la frente y los ojos bien abiertos. Un golpe efectivo de cabeza le complica el quehacer al defensor contrario. No basta con chocar la pelota en la cabeza o dar un frentazo, aunque sean válidos. Lo que se trata es de jugar, de golpear la pelota con intención.

Otra superficie importante de contacto, que distingue a los buenos de los súper dotados, es la perfecta utilización del pecho, no como recurso, sino también para transformar el juego en arte.

Pues bien, Héctor, debo decirte que “Pelé” dominó todo. Fue un artista con el balón, por su técnica excelsa. En alta o en baja velocidad siempre obtuvo ventajas. “Pelé” no tenía necesidad de ver el verde. ¿Me explico? Mira: no tienen buena técnica aquellos jugadores que miran el pasto para saber dónde se encuentra el balón. Los grandes jugadores lo son por su panorama extenso de la cancha. Ubican, con la cabeza en alto, dónde están sus compañeros, los adversarios y el balón, para dar secuencia al juego y belleza al fútbol.

“Pelé” hizo con su técnica de supremo nivel, con la excelsitud de su trato con el balón, y con su extraordinario concepto del juego, todo un homenaje diario al buen jugar.

Con su arte hizo que el balón fuera su esclavo.

(Mañana: el concepto de juego. Un prestidigitador).

lunes, 23 de noviembre de 2020

"Pelé" en palabras de Ney Blanco - Cap. XXI

Ney Blanco de Oliveira en la Corte del Rey.
Capítulo XXI: Suecia lo aguarda con la corona dispuesta.



HÉCTOR: ¿En qué condiciones llegó el Rey a recoger su corona en Suecia?
NEY: Mal, diría yo. Aunque ya había confirmado su condición de fuera de serie ante la afición brasileña, no fue campeón con el Santos en la temporada 1957-58. Más aún: el hecho de que fuera Flavio Costa el entrenador de la Selección era un factor en contra. La demostración vino de la convocatoria de Flavio Costa, en la que se olvidó de grandes jugadores, novatos por cierto, pero enormes como futbolistas. En aquella fatídica gira, que no convenció a nadie (menos al doctor Joao Havelange), Flavio Costa había excluído los llamados de jugadores como “Garrincha”, “Vavá”, “Dida”, Altafini, “Zito”, Dino Sani, “Zagallo”, De Sordi, Orlando, Bellini y, desde luego, “Pelé”.

El fracaso de aquella aventura y el cambio de Vicente Feola por Flavio Costa, ayudaron a estos jóvenes que tenían una gran proyección hacia el futuro.

Hubo un partido determinante para el Rey, que fue jugado contra la Selección de Argentina, como preparación para el Mundial de Suecia 1958. Estoy recordando que en ese encuentro el futuro monarca jugó por primera y única vez al lado del maestro “Zizinho”. Brasil perdió 2-1 y “Pelé” hizo el gol brasileño.

Ahí enseñó que era confiable. Podía hacer hazañas en una cancha de fútbol.

Pero aún así, decía, el Rey salió con algunas desventajas a Suecia. Primero, que tenía tan sólo 16 años 8 meses. Aparte, no tenía una estructura física ideal para jugar un Mundial de Fútbol, y menos en Europa. Dudar de su estado anímico y de su temperamento sería tan atrevido como negar la historia. Esos atributos los había mostrado desde que era visto como excelente prospecto con las juveniles.

Otra de las desventajas que se le presentaron fue una lesión seria en el tobillo derecho, jugando contra el Corinthians. El lateral izquierdo Ary lo lastimó y puso en peligro su participación mundialista.

A pesar de ello le tuvieron confianza y enyesado lo llevaron a Suecia, ante el reporte de que podía jugar conforme avanzara el torneo.

Todos recordamos que “Pelé” no inició como titular, y a pesar de eso las cosas se le estaban dando al seleccionado brasileño. “Garrincha” tampoco estaba en el cuadro titular.

El primer ataque en Suecia estuvo compuesto por: Joel (Flamengo), “Didí” (Botafogo), Altafini (Palmeiras), “Dida” (Flamengo) y “Zagallo” (Botafogo).
 
HÉCTOR: ¡Vaya lujo: tener a “Pelé” y “Garrincha” en la tribuna!

NEY: SÍ… En el segundo partido se presentó el primer cambio en el ataque: salió “Dida” y entró “Vavá”. Feola conservó ese ataque en el tercer juego.

Garrincha

Aunque Brasil había logrado la calificación a cuartos de final, todavía no era una máquina de jugar al fútbol.

Nilton Santos y “Didí”, los cerebros de varios seleccionados, venían insistiendo con Feola para que les diera la oportunidad a “Pelé” y a Garrincha.

Feola, inteligente, pero también novato en eso de Copas del Mundo, aceptó la sugerencia y en el partido contra Francia el ataque brasileño sufrió dos modificaciones históricas: salieron Joel y Altafini, y entraron “Pelé” y “Garrincha”. Otro cambio de Feola fue por su cuenta: sacó a Dino Sani y puso a “Zito”.

Un movimiento más sucedió después, pero casi pasó inadvertido para los aficionados y los medios de comunicación: si ustedes revisan las alineaciones de la selección brasileña en la Copa del 58 encontrarán que el lateral derecho, De Sordi, mi compañero de equipo, estuvo presente en todos los partidos y sólo dejó de alinear uno, en la final frente a Suecia. Grande fue el disgusto de De sordi contra Feola. Sucedió que en medio de aquella euforia por jugar la final, el psicólogo Joao Carvalhaes, que por primera vez era utilizado en una selección, aconsejó a Feola ese cambio, colocando como argumento básico un estudio antropológico que determinó la salida de De Sordi y la entrada de Djalma Santos. Algún día contaré con mayores detalles este curioso suceso.

La historia de esta final ustedes la conocen. El niño “Pelé” convenció a tirios y troyanos.

Era un jugador non. Ahí nació, para todo el mundo, el Rey del Fútbol.

Luego de ver la excelsitud y la majestuosidad de sus acciones, todos coincidimos. ¿Es el Rey? ¡Viva el Rey!

(Mañana: el retorno a la corte, para un largo reinado).

viernes, 20 de noviembre de 2020

"Pelé" en palabras de Ney Blanco - Cap. XX

Ney Blanco de Oliveira en la Corte del Rey.
Capítulo XX: La fantasía y el fútbol la daban "Pelé" y el Santos.
Béla Guttmann

HÉCTOR: Muchos incidentes en el interior de los equipos dejan enseñanzas. ¿Éste del Sao Paulo también dejó una lección?

NEY: Primero hay que aclarar que el torneo de Morumbí no tuvo campeón porque en el programa inicial no se contemplaban tiempos extras o penales en la final. Los organizadores suponían que con el empate se obligaría a un partido adicional, con lo cual ganarían otra taquilla. Pero no fue posible disputar el partido después porque el campeonato 1957-58 ya estaba encima. Así que ese torneo quedó sin campeón.

Y en relación a lo que tú me preguntas, efectivamente, aquí dejó una lección el incidente del Sao Paulo. Ya habíamos señalado que la equivocada actitud de mi hermano Mauro Ramos al pedir el cambio de Víctor Ratautas provocó malestar en el plantel. El entrenador Béla Guttmann aprovechó esa situación para dar una verdadera lección, no sólo a Mauro sino a todo el plantel.

Después de ese partido contra el combinado Santos-Vasco da Gama, Béla Guttmann reunió en una sala especial a todo el plantel y le habló a Mauro diciéndole: “No quiero capitán solamente para escoger el lado de la cancha en que vamos a jugar primero; ser capitán no es solamente estar en la ceremonia de la monedita al aire. Los capitanes en los equipos que yo dirijo son mis representantes dentro de la cancha. Ellos deben estar pendientes de que se cumplan las órdenes y el concepto futbolístico que yo quiero. Para esta temporada que vamos a iniciar, el Sao Paulo y yo necesitamos a Víctor y lo necesitamos a usted, Mauro. Así que olviden el incidente. Dense la mano y a seguir adelante”.

Antes de que esto ocurriera, replicó Béla Guttmann: “¡Ah, Mauro, me olvidaba de algo! Por favor, ¡ya no me cambie jugadores!”.

Mauro y Víctor se abrazaron y quedó enterrado el problema y para siempre la lección del maestro Béla Guttmann.

HÉCTOR: Suele ocurrir que un conflicto une, en lugar de dividir; eso ocurre en los equipos de fútbol que tienen verdaderos maestros en la Dirección Técnica. Pero en general, ¿qué pasó ese año con el Santos? ¿Repitió como campeón?

NEY:  No. Para el Santos no fue el año que esperaba. Llegó en condición de bicampeón; aparecía en el firmamento un Rey y tenía una de las delanteras más espectaculares que he visto jugar. Como si no bastara la aparición de “Pelé”, el entrenador “Lula” se aprovechó de la desbandada que permitió la directiva del Palmeiras, que vendió completita su delantera goleadora. “Liminha” se fue a la Portuguesa Desportos; Humberto al Lazio de Italia; yo, al Sao Paulo; Rodrigues al Botafogo de Río y Jair Rosa Pinto, el gran arquitecto del fútbol, fue al Santos a pedido de “Lula”.

En ese campeonato el Santos tenía en su delantera a Dorval, Jair, “Pagao”, “Pelé” y “Pepe”. ¡Una fantasía de fútbol!

Jair Rosa Pinto

Yo, aunque estaba de contrario (en el Sao Paulo) disfrutaba como nadie al ver actuar a esa delantera.
Todo lo hacían de sexto año, como diría el maestro Nacho Trelles.
Aunque Jair y “Pagao” nunca tuvieron la disposición anímica y física de “Pelé”, el diálogo futbolístico dentro de la cancha fue de alto nivel. Eran afines porque tenían el mismo libro.
Dorval y “Pepe” con su velocidad y potencia en el disparo completaban esa gran delantera.
Siento que fue de máxima importancia para “Pelé” la presencia de Jair Rosa Pinto y de “Pagao”, quienes colaboraron a su confirmación. Y no sólo fueron importantes para el Rey, sino también para “Zito”, Urubatao y muchos otros.

Y a pesar de esa delantera, el Santos no hizo la temporada que todos creían que realizaría. Es cierto que “Pelé” confirmó todos los pronósticos en lo individual, pero en lo colectivo el Santos no pudo alcanzar el tricampeonato.

Al final de cuentas la lucha cerrada fue entre el Sao Paulo y el Corinthians. Aunque debo decir que allá en la capital de Sao Paulo, nosotros estábamos siempre más preocupados del Santos que del Corinthians.

Siendo el resultado uno de los termómetros más importantes, el Santos perdió la oportunidad de ser campeón por las derrotas que sufrió ante el Sao Paulo. Primero les ganamos de visitantes 6-2, y en casa repetimos, 4-2. En este último partido “Maurinho” no pudo jugar y Béla Guttmann me puso como tercer hombre en la mitad de la cancha, con el maestro “Zizinho” y Dino Sani, dando entrada allá en la punta a Amaury Epaminondas, que ya estaba haciendo sus pininos en esta profesión. Ese día Amaury –al que la afición mexicana recuerda gratamente hizo dos goles. Debo decir que en el partido quedó algo oscuro: el árbitro, inglés por cierto, del cual no recuerdo su nombre, favoreció tanto al Sao Paulo que el Santos protestó el partido y quería anularlo. No fue posible porque el simpático árbitro británico desapareció de Brasil como por arte de magia.

Al día siguiente descubrieron que había regresado a su país en vuelo nocturno.

Por todo esto les decía que “Pelé” fue primero campeón mundial que campeón de club. Esa temporada 1957-58, los monarcas fuimos nosotros, los del Sao Paulo.

(El próximo lunes: Suecia lo aguardaba con la corona dispuesta).

jueves, 19 de noviembre de 2020

"Pelé" en palabras de Ney Blanco - Cap. XIX

Ney Blanco de Oliveira en la Corte del Rey.


Capítulo XIX: La final donde debutó "Pelé" nunca tuvo desenlace.


HÉCTOR: ¿Qué paso en esa final? ¿Qué dijo en la cancha?

NEY: Aparentemente nada, pues ni siquiera hubo campeón en ese torneo de Morumbí.

Nosotros somos de los que insistimos que lo mejor del fútbol es lo que ocurre sobre la cancha: el accionar de los jugadores, el comportamiento del árbitro y hasta el mismo bote de la pelota. Eso es lo que tiene más valor por ese conjunto de dimensiones que se encuentran en la cancha; reglas y circunstancias, teniendo al hombre como su principal personaje.

Lo que ocurra en la cancha fue, es y seguirá siendo lo más fantástico del fútbol.

Ademar Barcelos

Yo puedo entender la importancia que reviste todo el sistema organizativo, administrativo o el atuendo publicitario que envuelven hoy día a un partido de fútbol. Más aún: la terapia masiva que antes, durante y después de los juegos el aficionado recibe noblemente de la escencia deportiva.

HÉCTOR: ¿Cómo habló “Pelé” en la cancha?
NEY: Te explico: vamos pisando la cancha, Héctor, pero no sin antes decirte que un partido común entre Sao Paulo y Santos siempre fue y lo sigue siendo, un motivo suficiente para llenar por atractivo propio un estadio.
Pero esa noche algo más se podía respirar en el ambiente del estadio “Pacaembú”: la expectativa de ver a un duende de carne y hueso, que había sido despertada a la víspera por la prensa especializada de Río de Janeiro y que dejó al fútbol paulista de cabeza desde aquel partido del combinado Santos-Vasco da Gama contra el Dinamo de Zagreb.
Pero decíamos que por sí mismo un partido Santos-Sao Paulo puede llenar un estadio; esa noche, estando el juego programado para iniciar a las 20:30 horas, nos dimos cuenta (ya que nos concentrábamos en el mismo estadio “Pacaembú”) que desde las 16:00 el lleno era total.
Nos saludamos “Pelé” y yo antes del juego. Estábamos en el mes de junio. El futuro monarca tenía escasos 15 años y 8 meses. Su cumpleaños es el 24 de octubre. Continuaba chiquito y delgadito; no tenía desarrollado aún su gran poder físico que fue una de sus grandes armas.
Lo que sí era notorio es que, aunque saludaba con respeto, su mirada era firme y confiada.
Abrimos el marcador a los 10 minutos de juego. Maurinho prendió uno de sus cabezazos y estrelló el balón en el travesaño, quedando a escasos centímetros de la línea de gol. Bastaba un soplido para que la pelota entrara… y yo soplé. Anoté el gol que ponía en ventaja al Sao Paulo.
Víctor Ratautas


El combinado Santos-Vasco da Gama, ahora con la camiseta tradicional del equipo santista, nos envolvió futbolísticamente en todos los espacios de la cancha. Consiguieron el empate en el segundo tiempo, cuando faltaban unos 20 minutos para terminar aquel infierno que estábamos viviendo. “Pelé” hizo el gol en una jugada artística, de alta técnica. Ese gol no sólo enmarcó su gran actuación, sino que convenció a todos: aficionados, compañeros, contrarios y principalmente a la prensa paulista. Habían dicho previamente: “Ver para creer”. Ahora creían… ya habían visto en tan pocos minutos lo suficiente.
Realmente se trataba de algo fuera de serie.

Era una delicia ver a aquel niño enseñando su osadía, su atrevimiento y un descaro casi nunca visto frente a jugadores tan importantes como mi hermano Mauro Ramos, Víctor Ratautas o Dino Sani.
Chiquito y flaquito, es verdad, pero siempre bien equilibrado, con los dos perfiles, aunque diestro por naturaleza.

Saltando como un “Sací-Pereré”, haciendo un desplante de una técnica que en sí misma era un poema.

Víctor Ratautas era considerado uno de los mejores marcadores y mi hermano Mauro Ramos, con dos mundiales a sus espaldas, era el “líbero” que no tan fácilmente podía ser superado. Pues bien, “Pelé” no sólo enloqueció al Sao Paulo –que nunca lo encontró en el partido, sino que en lo individual sacó de órbita a Mauro y a Víctor, a tal punto que Mauro, como capitán del equipo, pidió el cambio de su compañero de línea, cosa que fue aceptada por el entrenador Bela Guttman, dando lugar al debut de Ademar Barcelos (aquel zaguero que jugó luego con el Oro). Esa actitud de Mauro provocó un malestar con Víctor y con Bela Guttman que después contaré.

(Mañana: La fantasía del fútbol la daban “Pelé” y el Santos; pero los campeones fuimos nosotros).

miércoles, 18 de noviembre de 2020

"Pelé" en palabras de Ney Blanco - Cap. XVIII

Ney Blanco de Oliveira en la Corte del Rey.
Capítulo XVIII: Los incrédulos decían: "Ver para creer..."


HÉCTOR: ¿Qué pasó en Sao Paulo cuando se enteraron de la aparición del duente "Sací-Pereré" en el Maracaná?

NEY: A través de la historia escrita por "Pelé" en esas canchas de Dios, se solidificaron dos puntos íntimamente ligados al fútbol brasileño y al fútbol mundial. El primero: sin anular la grandeza de los maestros amazónicos de todos los tiempos, como Leónidas da Silva, Tomás Soares da Silva "Zizinho", Jair Rosa Pinto, Heleno de Freitas, Ademir Menezes, Danilo Alvin, José Carlos Bauer, Domingo da Guía y otros más que tenían y tienen su lugar, "Pelé" se desprendió de esa constelación de astros y pasó a brillar con luz propia, con una luz tan distante, que es imposible alcanzarla. El segundo punto: la división histórica de dos épocas: antes y después de "Pelé", la cual sigue vigente hasta nuestros días y que espero, como apasionado al fútbol, que termine en algún momento.

Me encantaría ver nacer a muchos "Pelés" en el mundo. Pienso que el propio "Pelé" estaría de acuerdo conmigo.

El Rey nunca fue egoísta y sabe que el fútbol mundial está necesitado de grandes figuras, que estén a la altura de lo que hizo "Pelé", para enriquecer este querido deporte.

HÉCTOR: Muy interesantes estos dos puntos. Pero, ¿cómo recibieron la noticia los periodistas, y en general el mundo cerrado del fútbol paulista, en el momento en que irrumpió "Pelé"?

NEY: Como tenía que recibirse: acorde a la gran rivalidad con los cariocas. La prensa paulista no sólo fue incrédula, sino que intencionalmente dudaba de la competencia de los cariocas para hacer un análisis correcto sobre las facultades de un jugador. Pero como sabían que "Pelé" pertenecía al fútbol de Sao Paulo, deberían tratar con cautela su situación. "Ver para creer", decían los titulares de los periódicos.

HÉCTOR: ¿Y ustedes los jugadores qué pensaron?

NEY: Recuerdo que aceptamos la filosofía de la prensa local: "Ver para creer", también dijimos. Era más fácil así.

Yo tenía escasos 10 días como nuevo jugador del Sao Paulo. Había dejado atrás cinco años de mi carrera y me estaba adaptando despacio.

A pesar de ello ya había jugado mi primer partido con el Sao Paulo: aquel frente al Lazio de Italia. Como cualquier jugador experimentado, cuando llegué a mi nuevo club hablaba poco.

El Sao Paulo tenía un plantel de grandes jugadores: De Sordi, Mauro Ramos de Oliveira, Maurinho (extremo de la Copa Mundial de 1954), José Ribamar de Oliveira "Canhoteiro" (que jugó en México con el Nacional y el Toluca), Dino Sani, Víctor Ratautas, Gino Orlando, el maestro "Zizinho" y José Poy.

También estaban en ese grupo algunos prospectos que más tarde vendrían a consolidarse en el fútbol y a jugar en México, como Amaury Epaninondas, Paulo Martorano, Juracy y Ademar Barcelos.

Como Director Técnico estaba nada más y nada menos que Bela Guttman, uno de los mejores de todos los tiempos.

Con la victoria del combinado Santos-Vasco da Gama sobre el Dynamo de Zagreb y la del Sao Paulo sobre el Lazio, los dos equipos brasileños ganaron con ello el derecho de jugar por el título del torneo de Morumbí.

Ney Blanco (izq.)
Como la capital del estado de Sao Paulo era la sede organizadora, el juego quedó programado para ser jugado en el estadio Municipal de Pacaembú. ¿Qué mejor oportunidad para ver al duende "Sací-Pereré"?

En la concentración del Sao Paulo, el día de ese partido, después de la comida, nos quedamos platicando un grupo de jugadores. Ahí llegamos a algunas deducciones, después de las cuales le dije a mi hermano Mauro Ramos:

- Hace un año jugué con el duende "Sací-Pereré".

- ¿Cuándo?

- El Santos me pidió de refuerzo al Palmeiras, para un partido contra el AIK de Suecia y ahí jugamos juntos.

- ¿Cómo es y cómo juega?

- Es chiquito y delgadito, pero juega muy bien. Aparte, es de raza: tiene temperamento.

Sentí que la descripción no había impresionado a la concurrencia.

(Mañana: La final donde debutó "Pelé" nunca tuvo desenlace).

martes, 17 de noviembre de 2020

"Pelé" en palabras de Ney Blanco - Cap. XVII

Ney Blanco de Oliveira en la Corte del Rey.
Capítulo XVII: Las meditaciones de "Pelé, durmiendo debajo de las tribunas.



HÉCTOR: La salida del Flavio Costa y el ingreso del "gordo" Feola, ¿qué tienen que ver con "Pelé"?

NEY: Mucho. He pensado en ocasiones que el fútbol brasileño es "sin querer", queriendo". Al igual que "Lula", tampoco Vicente Feola había jugado en su vida un partido de fútbol. Únicamente había tenido la experiencia como gerente del Sao Paulo. Pero nada más.

Investido como nuevo Director Técnico de la selección, Feola resolvió brindar la oportunidad a los novatos que estaban destacando en la temporada 1957-58. Ahí estaban: "Garrincha", "Zagallo", "Vavá", Dino Sani, "Zito", Orlando, Altafini, "Dida", Joel, De Sordi y por supuesto, "Pelé".

La primera oportunidad de "Pelé" como seleccionado fue en un partido amistoso contra Argentina, celebrado el 7 de julio de 1957. Brasil perdió 1-2, siendo "Pelé" el autor del gol brasileño, su primero como seleccionado.

HÉCTOR: ¿Qué te parece si retrocedemos de nuevo en el túnel del tiempo a la antesala? A la noche del Maracaná, cuando "Pelé" dejó de ser "futuro Rey", para consagrarse como Rey.

NEY: Podríamos imaginar una y mil cosas que pasaron por la cabeza de "Pelé" aquella mañana que descubrió su nombre en la lista de jugadores que viajarían a Río de Janeiro para integrarse en el combinado Santos-Vasco da Gama.

Imaginemos... No pudo dormir... que editó una película mental, construyendo con ojos cerrados escena por escena... Preguntándose: ¿Cómo sería el viaje en avión? ¿Podría ver Baurú desde arriba? ¿Cómo sería la ciudad de Río de Janeiro? ¿Bonita, como en las fotograrías? ¿Qué sensación experimentaría al pisar la grama del Maracaná, aunque fuera como suplente?...

Es posible que ese cuestionario lo haya contestado "Pelé" aquella misma noche, cuando dormitaba debajo de las tribunas del estadio "Urbano Caldeira", en una víspera ansiada: la revancha consigo mismo.

Digo que es posible imaginarlo así porque conociéndolo con el carácter, la personalidad y el espíritu guerrero que posee, llegó a la conclusión de que ni el avión, ni Río de Janeiro, ni el Dyinamo, ni Baurú, ni la grama del Maracaná, ni nada le interesaba tanto como jugar.

No le conformaba el hecho de ser incluido en la lista; él quería jugar. Aceptaría no iniciar, porque seguía siendo juvenil, pero callado como todo mineiro, por dentro le sacudía un volcán: el deseo de jugar.

Irónicamente, esa noche el combinado Santos-Vasco da Gama jugaría con la camiseta de la cruz de malta en el pecho, es decir: la del Vasco.

"Pelé" se presentaría ante el mundo con una camiseta extraña: la del Vasco da Gama.

A cualquier otro futbolista le hubiera conformado el hecho de pisar la grama del Maracaná. A "Pelé", definitivamente, no.

Pero, ¿qué te parece, Héctor, si tejemos la historia parte por parte?

HÉCTOR: Adelante...

NEY: El combinado Vasco da Gama-Santos ganaba tranquilamente al Dynamo de Zagreb por 4-0. Cuando faltaban 15 minutos aconteció lo imprevisto, en una de esas decisiones acompañadas de la divinidad. El paso de los años dice que fue una bendita decisión de "Lula", quien en ese momento habló con Gradín, entrenador del Vasco, para consultarle la posibilidad de hacer jugar a "Pelé" los 15 minutos finales. Fue aprobada la iniciativa y el futuro monarca entró a la cancha en lugar de Valdemar, el centro delantero del Vasco. En lo que se realizó el cambio pasaron tres minutos, por lo que sólo le restaban 12 al niño prospecto para mostrarse. No necesitó más. El marcador aumentó de 4-0 a 7-0. Los tres goles restantes fueron de "Pelé", todos ellos adornados por la excelsitud y la fantasía.

El duente "Sací-Pereré", como dijeron las crónicas, se apareció sobre la grama del Maracaná.

"Pelé" había dejado de ser excelente prospecto y futuro Rey.

A partir de entonces es el Rey.

(Mañana: Los incrédulos decían: "Ver para creer...")