Enrique Ponce, fuera del ruedo, soportó las embestidas de la presidenta del Partido Animalista —no se ría, así se llama— quien lo quiso pillar. El Maestro hizo gala de sus habilidades y, citando, templando y mandando, realizó una faena espectacular, culminada con un tremendo volapié. Disfruten.
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